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La salud sexual sigue siendo un tema difícil de abordar abiertamente en la población, sobre todo cuando se relaciona con una situación como la diabetes, de la cual todavía hay mucho que aprender. Dentro de las complicaciones que se pueden presentar por una diabetes mal controlada, las de tipo sexual son las menos exploradas a pesar de que afectan de manera importante a las personas.
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, Educadoras en Diabetes abren la conversación sobre el tema, alentando a las mujeres a alzar la voz y tratar estos puntos para vivir plenamente, con una mejor calidad de vida.
Al respecto, Marisol Olarra, Educadora en Diabetes, afirma que “para muchas personas que viven con diabetes es complicado aceptar la situación de ‘tengo diabetes’ por los aspectos emocionales que conlleva. Si a esto se suma un tema de sexualidad, la situación se complica más. Es una cuestión poco explorada ya que las personas no relacionan una situación con la otra, cuando realmente la persona tiene que saber primero si tiene diabetes o no, luego tenerla bajo control y luego atender los problemáticas sexuales que se presenten”.
Los principales síntomas que denotan una anomalía en la salud sexual de las mujeres relacionadas con una diabetes mal controlada son:
*Disminución del deseo sexual
*Fatiga
*Baja lubricación vaginal
*Incomodidad en el acto sexual
Se vive de maneras muy distintas cuando la persona tiene un diagnóstico de diabetes y cuando no sabe que vive con esa condición. Para ambos grupos, antes de cualquier tratamiento especializado, se deben tener controlados los niveles de glucosa en sangre con monitoreos oportunos y tratamiento médico adecuado. Para estos casos, seguir las indicaciones del médico tratante y profesionales de la salud en cuanto a alimentación, activación física y terapia de insulina son primordiales, ya que está científicamente comprobado que la insulinización es el tratamiento óptimo para mantener la diabetes bajo control.
Es importante resaltar que el tratamiento con insulina se considera exitoso cuando es suministrado bajo una correcta técnica de inyección. La recomendación de los expertos para lograrlo es utilizar agujas con dimensiones entre 4 y 6mm de largo con 5 biseles en la punta para hacer más cómoda la penetración en la piel, evitando así las inyecciones intramusculares y de esta manera la insulina trabaje a su máxima potencia en beneficio del paciente.
De acuerdo con Olarra, “existen grupos de apoyo en distintas instituciones para personas que viven con diabetes, así como terapia especializada individual relacionada con la diabetes donde el paciente se siente en más confianza de abordar temas íntimos como la sexualidad. Lo importante es actuar al respecto y ponerle una solución orientada e informada para ésta y otras complicaciones que se pueden prevenir o solucionar”.
Lo oportuno es consultar con el médico tratante y/o profesionales de salud este tipo de situaciones para obtener resultados seguros y positivos, ya que no existen dos casos iguales. Vivir una sexualidad sana y plena es derecho de todos.