El hígado graso es una enfermedad que consiste en la acumulación excesiva de grasa en este órgano.

Esta se presenta en dos tipos: hígado graso alcohólico e hígado graso no alcohólico, en el segundo tipo intervienen otros factores ajenos al consumo excesivo de bebidas alcohólicas, explica .

De acuerdo con información de la agencia de noticias  EFE, "consumir más de una lata de refresco al día o fumar más de un paquete de cigarrillos, así como beber alcohol de forma moderada aumenta el riesgo de padecer la conocida como enfermedad del hígado graso, según un estudio de investigadores franceses".

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Según el profesor del hospital universitario de Estrasburgo (Francia), Lawrence Serfaty, al margen de los factores de riesgo metabólico como la obesidad o la diabetes, que ya se conocían, ahora se ha demostrado que “los factores medioambientales tienen también un papel importante en la génesis de las lesiones hepáticas.”

Serfaty dijo que para proteger el hígado de forma general habría que “abstenerse de consumir alcohol y refrescos, y beber al menos dos tazas de café no descafeinado.”

“Para las personas con sobrepeso -añadió-, no se puede más que aconsejar perder peso, pero sabemos muy bien que eso es a menudo difícil.”

Pero más allá de esa cuestión de los desarreglos alimentarios, insistió en alentar la práctica de una actividad física regular.

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