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Por mucho tiempo se había creído que la inteligencia de una persona era heredada por su padre; sin embargo, según nuevas evidencias científicas, las mujeres son las principales responsables de heredar este gen a su descendencia.
La revista Psychology Spot explica que los genes de la inteligencia se encuentran en el cromosoma X, por lo que los niños tienen mayores probabilidades de heredar esta capacidad de sus madres.
En la base de esta idea, agrega, están los “genes condicionados”, los cuales se comportan de manera diferente dependiendo de su origen. Por ejemplo, algunos de estos genes sólo funcionan si provienen de la madre, pero se desactivan si se heredan del padre.
Uno de los primeros estudios en esta área se realizó en 1984 en la Universidad de Cambridge, en el cual se analizó la coevolución del cerebro y el condicionamiento del genoma.
Esto permitió descubrir que existen “genes condicionados” que se activan sólo cuando se heredan de la madre y que resultan vitales para el correcto desarrollo del embrión.
La genética no es el único factor que interviene en la inteligencia de una persona, pues el contacto físico y emocional de la madre también tienen un papel importante en el desarrollo intelectual del niño.
Al respecto, investigadores de la Universidad de Minnesota encontraron que los niños que han desarrollado un fuerte vínculo con sus madres desarrollan capacidades para jugar juegos simbólicos a la edad de dos años.
Esto debido al apoyo y la seguridad que las madres brindan a sus hijos, lo que les ayuda a estimular aún más su potencial.
Finalmente, añade, se estima que entre el 40 y 60 por ciento de la inteligencia es hereditaria. El porcentaje restante depende del entorno, la estimulación y las características personales.
