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La pérdida de hielo glaciar se está observando no sólo en montañas de México sino de todo el mundo.
“Se registra una fusión extraordinaria de los cuerpos de hielo, lo que implica que a nivel global está ocurriendo un calentamiento importante que no es de carácter natural, sino que está asociado a las actividades humanas y la liberación de los Gases de Efecto Invernadero (GEI)”, advierte Hugo Delgado Granados, director del Instituto de Geofísica de la UNAM,
La única forma de que se regeneren los glaciares es que existan las condiciones necesarias para ello, esto es, que haya precipitación sólida que se preserve a lo largo de un año, para lo cual se requiere que las temperaturas sean bajas, menores a cero grados centígrados en las cumbres de nuestras altas montañas. Desafortunadamente, en este momento o en el futuro inmediato, no se vislumbran estas condiciones.
Un sistema dinámico
Los glaciares son producto del clima y están permanentemente intercambiando masa con otras partes del sistema hidrológico. Los glaciares crecen con la adición de nieve y otros tipos de hielo y pierden masa por fusión de hielo en agua, evaporación (sublimación) y el desmembramiento de témpanos de hielo.
Una de las consecuencias de que los glaciares se extingan, alertó el investigador Delgado Granados, es que ya no habrá fusión o deshielo que aporte agua al sistema hidrológico no solamente de manera superficial sino por percolación del agua al sistema de aguas subterráneas.
Si desaparecen los glaciares en su totalidad, se terminará el aporte de agua en estos sistemas en épocas de sequías. Además, si esto sucediera, podrían darse una serie de cambios de carácter climático en las cimas de las montañas.
La glaciación en México ocurre por la altitud de nuestras montañas, las cuales rebasan los 5 mil metros de altitud: Iztaccihuatl, con 5 mil 240 metros; el Popocatépetl que tiene 5 mil 420 metros; y el Citlaltépetl o Pico de Orizaba, que cuenta con una altitud de 5 mil 670 metros.
La presencia de glaciares en las montañas se debe fundamentalmente a que haya precipitación sólida y que ésta permanezca como tal a lo largo de un año.
En descenso
Los glaciares del Popocatépetl se han extinto, en el Iztaccíhuatl están a punto de desaparecer, y en el Pico de Orizaba el glaciar está retrocediendo de manera importante y eventualmente, se desvanecerá, aunque esto se espera que suceda después que los del Iztaccíhuatl, precisa el vulcanólogo de la UNAM.
En esas tres montañas deberían existir glaciares por la altitud que poseen; sin embargo, en el caso del Iztaccihiuatl, la temperatura ambiente ha ido en aumento debido al calentamiento global, y la altitud a la que la temperatura de cero grados prevalece, que es con la que el agua permanece en estado sólido, también se está elevando.
Todos los cuerpos de hielo de esa montaña, finalizó, son vulnerables ante el aumento de temperatura y eventualmente, se verían afectados fundiéndose y por ende, desaparecerían.
Ciencia UNAM, Dirección General de Divulgación de la Ciencia