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Un equipo de alumnos y científicos del Departamento de Física de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) diseñó un sistema de pinzas ópticas para la captura y manipulación de glóbulos rojos, lo que ayudaría a determinar el daño en eritrocitos causado por la diabetes mellitus.
Encabezado por el doctor José Luis Hernández Pozos, el grupo de investigación trabaja desde hace casi seis años con un instrumento llamado trampa láser, con el fin de aplicarlo en el diagnóstico de enfermedades, entre ellas la hiperglucemia, que padece 9.4 por ciento de los mexicanos, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016, informó la casa de estudios.
El profesor, junto con el maestro en ciencias Nahúm Méndez Alba, quien armó y calibró el sistema, y participa en la indagación para obtener el grado de doctor en Física, explicaron que estos aparatos permiten fijar o atrapar en el espacio, por medio de un haz láser muy enfocado, partículas muy pequeñas.
El prototipo puede utilizarse con fines diversos de estudio y “a nosotros nos interesó concentrarnos en atrapar y manipular glóbulos rojos” para contribuir al diagnóstico de un problema grave de salud en México.
“El padecimiento está muy extendido en el país, ya que los mexicanos tenemos un gen que nos predispone a desarrollarlo” y lo que esta trampa láser permite observar es la capacidad de deformación de los glóbulos rojos, que en su estado normal miden entre ocho y diez micras, en promedio, y deben circular por capilares de una micra de diámetro, por lo que para caber en ellos deben ser deformados.
Y es que, precisaron, una complicación en personas con niveles altos de glucemia en estado avanzado consiste en que la deformación decrece demasiado, al punto de que a veces los eritrocitos no pasan por los capilares, lo que provoca una oxigenación sanguínea inadecuada, sobre todo en las extremidades.
Con esta técnica “evaluamos la facultad de elasticidad de un glóbulo rojo, con la idea de ver si una tecnología como ésta puede valorar qué tan grande es el daño a las células en pacientes con un historial largo de diabetes”, abundaron.
En los experimentos se dividió el haz original del láser en dos de igual intensidad y cada uno es dirigido a un glóbulo rojo, pero como cada uno genera su propia pinza óptica, se sujetó el glóbulo rojo desde sus extremos y se separaron los haces de luz para lograr que se deforme.
La capacidad de medir esa característica a la que son sometidos los eritrocitos, tanto de una misma persona como de gente distinta permite comparar qué tanto más flexibles son en promedio esas células sanguíneas, en relación con otras, a la vez que los resultados de estudios preliminares realizados en sujetos sanos y enfermos indican que con estas mediciones se pueden diferenciar a quienes presentan hiperglucemia y quienes no.
La tecnología generada en la Unidad Iztapalapa, agregaron, ha probado ser poderosa para determinar el grado de afectación de los eritrocitos por un problema que ya está adquiriendo proporciones de pandemia, tanto en México como en el mundo, por lo que tiene gran potencial de aplicación biológica y en la manipulación de microobjetos, aun cuando “apenas estamos entrando a explorar las posibilidades de uso”.