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A pesar que en 2017, durante la conferencia de desarrolladores F8, Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, indicó que tenían “mucho trabajo por hacer” para prevenir que se trasmitan en vivo atentados y otros contenidos de este tipo en Facebook Live (refiriéndose al “asesino de Facebook” quien en abril de 2017 mató a Robert Gowdin, un anciano de 74 años, y transmitió en directo su crimen en esa red social), la realidad es que los sucesos violentos siguen apareciendo.
Prueba de ello es el reciente ataque, en Nueva Zelanda, en el que un hombre disparó con un arma automática, en eventos separados, contra las personas que estaban en dos mezquitas en la ciudad de Christchurch, suceso que dejó al menos 49 personas muertas y 20 heridas de gravedad.
Aunque Facebook dijo que ya se eliminó el video del atentado, así como las cuentas del agresor en esa plataforma y en Instagram, esto solo ocurrió luego de que fueron avisados por la policía y no se sabe con exactitud cuánto tiempo estuvo en línea ese video.
En la grabación se observa cómo el agresor, vestido con ropa militar, conduce hacia la primera mezquita, toma dos armas de su automóvil y con una de ellas, dispara a quienes se encuentran en la calle y en la entrada del primer templo.
La red social indicó, desde 2017, que para evitar este tipo de contenidos en su plataforma, contrataría tres mil personas para filtrar los contenidos violentos.
"Para construir una comunidad segura tenemos que reaccionar rápidamente (...), responder rápidamente a alguien que necesita ayuda o eliminando una publicación", escribió Zuckerberg en su página de Facebook, sin dar más detalles sobre las contrataciones.
Cabe señalar que la eliminación de contenido, hasta ese momento se realizaba por medio de un programa y no por personas, lo que hacía difícil la verificación de contenido. No obstante, ahora lo hacen personas y máquinas (algoritmos) aunque existen algunas limitaciones técnicas y tecnológicas, que hacen que sea complicado una reacción inmediata ante estos sucesos.
