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Estudiantes de mecatrónica y robótica del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) desarrollaron un prototipo de autodefensa para mujeres, una chamarra que integra un sistema que se activa manualmente y emite una descarga eléctrica al posible agresor.
El prototipo de esta prenda consiste en un circuito cerrado por dentro del forro, el cual tiene dos electrodos que al tocarse, después de ser activada, cierran el circuito y hacen que se produzca una descarga eléctrica al contacto, lo que podría generar descontrol en el posible agresor y dar tiempo a pedir auxilio.
El desarrollo estuvo a cargo de los estudiantes Anahí Parra Quiroz, de Ingeniería en Mecatrónica; Giwan Park, de Ingeniería en Sistemas Digitales y Robótica; Estela Gómez, de Mecatrónica, y Guadalupe Martínez, de Derecho.
Al dar a conocer el prototipo, los emprendedores del ITESM, Campus Puebla, precisaron que este prototipo no es un arma o herramienta para dañar a la gente, y que simplemente buscaron crear una prenda para brindar seguridad a las mujeres y "sobre todo para poder emprender una acción inmediata en un momento de peligro".
De acuerdo a la agencia informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), adaptaron un sistema a la chamarra, colocándole un botón del lado inferior derecho, en la parte interna, el cual se activa manualmente. En su interior y dentro del forro, contiene cables que están aislados para evitar autodescargas o daños a la usuaria.
En su interior, la chamarra tiene un pequeño led que advierte que el mecanismo de autodefensa está encendido. Los estudiantes, por ejemplo, buscan mejorar este prototipo con sensores.
La prenda también incluye un transformador que emite las descargas y la regulación de voltaje para lograr un equilibrio entre el descontrol del agresor y la reacción de la víctima, sin causar daño "considerable" a la persona que toca la prenda.
Utilizaron una pila de nueve volts, con un transformador para convertir la descarga en 90 volts, de tal manera que si el agresor al tocar a la víctima, específicamente en los brazos, siente un impacto.
Para el desarrollo de este proyecto, los jóvenes universitarios verificaron la viabilidad de la chamarra en términos legales. Comentaron que la prenda no se encuentra en el margen de armas letales y debido a que el voltaje utilizado es regulado y no llega a niveles máximos, no puede considerarse como arma.