La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual que consiste en la inflamación de las vías urinarias y de los genitales. Acudir a un médico e ingerir algunos antibióticos era suficiente para erradicar esta infección. Sin embargo, esto podría cambiar en un futuro no muy lejano.
Recientemente, investigadores encontraron un tipo de gonorrea “multirresistente”, los gonococos (bacteria causante de esta infección) han presentado una resistencia a los antibióticos que anteriormente los eliminaban.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 106 millones de personas de todo el mundo contraen esta enfermedad anualmente.
“Diez países han declarado casos de gonorrea que no responden a las recomendaciones terapéuticas actuales. Puede que la gonorrea (multirresistente) no tenga tratamiento pronto porque no se están desarrollando nuevas vacunas ni fármacos”, comenta la Dra. Marleen Temmerman, Directora del Departamento de Salud Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS.
En Reino Unido detectó el primer brote de gonorrea multirresistente en Europa. El origen se detectó en Ibiza, España, a donde los infectados viajaron durante el verano pasado y mantuvieron relaciones sexuales con personas que portaban esta enfermedad, según una investigación publicada en la revista de salud Eurosurveillance.
La cepa responsable se llama FC428, surgió en China y solo había causado casos esporádicos fuera Asia. Este brote es el primer registro de “transmisión local sostenida” en Europa, informó la Agencia de Salud Pública de Inglaterra a el diario “El País”.
Uno de los pacientes fue tratado con 500 miligramos de ceftriaxona vía intramuscular y con un gramo de azitromicina vía oral. En cultivos posteriores se descubrió que la bacteria de esta gonorrea era inmune al primer antibiótico y no mostraba gran respuesta al segundo.
Para prevenir la propagación de esta bacteria es muy importante el diagnóstico médico y seguir un tratamiento adecuado lo más rápido posible.
Cuando las autoridades sanitarias de Reino Unido llegaron a la conclusión de que los casos estaban relacionados, notificaron al Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades para activar los protocolos sanitarios.
La OMS desde 1992 estableció el “Programa de vigilancia de la resistencia de los gonococos a los antimicrobianos” (GASP), con el objetivo de darle un seguimiento a los casos de resistencia de estas bacterias.