Cuando pensamos en montañas rusas, las asociamos con la adrenalina que producen en nuestro cuerpo sus giros, caídas y aceleración. Aquellos que no son amantes de los juegos mecánicos, sienten que “se mueren” cuando se suben a una.
Pero ¿qué pasaría si se diseñara una atracción para matar a sus pasajeros? La verdad, es que el diseño ya existe y se llama Euthanasia Coaster.
Al arquitecto lituano, Julijonas Urbonas, se le ocurrió crear algo que a nadie se le había ocurrido antes: buscaba un método de eutanasia que las personas pudieran disfrutar. Se trata de la atracción más salvaje y letal que se haya construido; en sus carritos cabrían 24 pasajeros, quienes literalmente, morirían de manera indolora, pero muy eufórica.
Maqueta de la Euthanasia Coaster. (Foto: julijonasurbonas.lt)
Pero… ¿cómo sucede?
El pasajero se sube al carrito, el cual asciende poco a poco hasta alcanzar una altura de 510 metros (cuatro veces más alta que la Kingda Ka de Nueva Jersey, considerada como la más alta). Luego, viene una caída en picada en la que se alcanza una velocidad superior a los 320 km/h.
Hasta este punto todo es risa y diversión para los pasajeros, pero lo que viene después es “la joya” de la atracción. Los carritos tocan fondo y entran en un nuevo circuito que, a la velocidad que los pasajeros irían, ejercería una fuerza de hasta 10 G (fuerza de aceleración) sobre ellos, lo cual es suficiente para drenar de sus cerebros los nutrientes de vida necesarios, así como el oxígeno de la sangre.
Este circuito consta de 10 bucles salvajes, uno cada vez más pequeño que el otro, para mantener la fuerza 10 G. Esto dura 60 segundos, en los cuales, la sangre no puede llegar al cerebro. Así se produce una hipoxia (reducción en el suministro de oxígeno al cerebro) y los pasajeros finalmente mueren.
Estos inocentes bucles, son los que llevan a los pasajeros a la muerte. (Foto: julijonasurbonas.lt)
Pero ¿qué pasa si alguien se arrepiente de último momento?
Urbonas señala que el primer y larguísimo ascenso de la Euthanasia Coaster, no solo es para generar la energía potencial necesaria, sino para darle a los pasajeros una última oportunidad de reconsiderar su decisión, y ya en la parte superior podrían bajar, si así lo desean. Además, para iniciar el recorrido a la muerte, todos los pasajeros deberían presionar el botón “caída”, de lo contrario, ésta no funcionará y se quedarán los carros en la cima.
La Euthanasia Coaster jamás pasó del diseño, se quedó en una idea que no se materializó, pero algunos expertos se dieron a la tarea de crear un recorrido virtual de la misma, para mostrar su funcionamiento: