El calentamiento global que tuvo lugar en el Pleistoceno tardío, con temperaturas similares a las predichas para este siglo, redujo la capa de hielo de la Antártida Oriental y provocó aumentos del nivel del mar de hasta trece metros por encima del actual.

Esta es la principal conclusión de un estudio internacional, liderado por científicos del Instituto de Ciencias de la Tierra del Imperial College London, en el que participaron investigadores del español Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que se publica hoy en Nature.

El hielo polar es un componente esencial del sistema climático que afecta, entre otros, al nivel global del mar y a la circulación y transporte de calor de los océanos.

Hasta ahora, la comunidad científica había centrado su atención en la capa de hielo de la Antártida Occidental, que es la que actualmente está sufriendo el mayor deshielo.

Al mismo tiempo, se pensaba que la región antártica oriental y que contiene cerca de la mitad del agua dulce de la Tierra, era menos sensible al calentamiento global.

Sin embargo, el estudio sugieren que un calentamiento de 2°C en la zona, si se mantiene durante un par de milenios, derretiría un área importante de la Antártida Oriental, con las importantes implicaciones que tendría para el nivel global del mar.

"Estudiar el comportamiento de la capa de hielo en el pasado geológico nos permite informar sobre cambios futuros. Al formarnos la imagen de cómo ha crecido y decrecido la capa de hielo en pasados escenarios podemos entender mejor la respuesta que tendrá la masa de hielo de la capa de la Antártida Oriental al calentamiento global", explicó Carlota Escutia, investigadora de la española Universidad de Granada.

Para entender el impacto que ha tenido en el pasado el calentamiento en la capa de hielo, los científicos del estudio han reunido muestras de sedimentos del fondo oceánico procedentes de la cuenca del Subglacial de Wilkes.

Las muestras se tomaron en las profundidades del océano Austral durante la expedición Integrated Ocean Drilling Programme 318, que se llevó a cabo en 2010 y que dirigió la investigadora del CSIC.

Las huellas químicas en los sedimentos permitieron revelar los patrones de la erosión continental a medida que la capa de hielo avanzaba y retrocedía.

"Hemos detectado que los cambios más extremos se dieron durante dos periodos entre glaciaciones, hace 125.000 y 400.000 años, cuando el nivel global del mar se encontraba entre 6 y 13 metros por encima del nivel actual", señala Francisco Jiménez, también investigador del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (España).

"Lo que hemos aprendido es que un modesto calentamiento de solo dos grados, si se mantiene durante miles de años, puede ser suficiente para hacer que la masa de hielo de la capa de la Antártida Oriental retroceda en sus áreas bajas", concluyó Escutia.

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