¿Cómo era la cerveza que se bebía hace miles de años en Oriente Medio y el antiguo Egipto? Científicos israelíes han intentado acercarse a su sabor y composición original desarrollando una bebida alcohólica a partir de restos de levadura antigua de las jarras de varios yacimientos arqueológicos.
"Se trata de la primera vez que se reconstruye el sabor de la cerveza antigua a partir de material antiguo", remarcó el arqueólogo Yitzchak Paz, uno de los integrantes del equipo de expertos en microbiología y arqueología que realizó la investigación con la que finalmente se ha producido un tipo de cerveza que intenta imitar a su versión más milenaria.
Mientras que hoy en día la cerveza se bebe "por ocio", en tiempos antiguos "era un alimento consumido a diario por todos los segmentos de la población", y la tomaban tanto adultos como niños, pese a contener "entre cinco y seis por ciento de alcohol", añade Paz, miembro de la Autoridad de Antigüedades de Israel, durante la presentación hoy de sus hallazgos en un bar de Jerusalén.
Los elementos con los que se producía se han encontrado en varios asentamientos arqueológicos del país, "con colonias de levadura que sobrevivieron miles de años" en los recipientes, destaca Ronen Hazan, microbiólogo de la Escuela de Medicina Dental Hadassah de la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Los investigadores extrajeron muestras de levadura aisladas de distintos vasos cerámicos, y según los experimentos, se determinó que eran auténticas y que habían sido usadas para fermentar cerveza antigua.
Según Hazan, "esta levadura antigua permitió crear cerveza que nos ayuda a saber qué sabor tenían las cervezas del antiguo Egipto" y de los filisteos, un pueblo de la antigüedad del que se desconocen los orígenes y costumbres, pero del que existen numerosos testimonios en textos egipcios, hebreos y asirios.
"Por cierto, la cerveza no está mal", bromea el biólogo, que presentó la investigación a la revista científica mBio, aunque matiza, el sabor que han obtenido en base a las muestras arqueológicas sigue estando muy lejos del gusto que realmente debía tener hace miles de años, pero se han intentado aproximar a él "lo máximo posible".
Sin embargo, Shmuel Naki, miembro del Centro de la Cerveza de Jerusalén, una de las entidades que promovieron el proyecto, destaca que pese a sus diferencias, la cerveza sigue siendo lo mismo tanto en la actualidad como en la antigüedad.
"Queríamos sacar lo máximo de la levadura que los investigadores encontraron", comenta, y asegura que el proceso de fermentación fue "como el de cualquier otra cerveza".
Todos los investigadores, no obstante, coincidieron en que sus resultados son muy importantes en el campo de la arqueología experimental, que busca reconstruir el pasado.
"Nuestra investigación ofrece nuevas herramientas para examinar métodos antiguos, y nos permite probar los sabores del pasado", concluye Hazan.