Un equipo de físicos chilenos ha planteado que la clave para determinar si el universo es solo uno o existen muchos (multiversos) puede estar en la primera luz del cosmos, es decir, en el Big Bang, informaron los investigadores.

El resultado de la investigación, en la que participaron también científicos de la Universidad de Harvard, apareció esta semana en la revista científica Physical Review Letters y toma como base el hecho de que el Big Bang marca el comienzo del universo, y que la prueba más fehaciente de su existencia es el Fondo de Radiación Cósmica (forma de radiación electromagnética descubierta en 1965, que llena el universo por completo).

Se trata de "la luz más antigua del universo, un hallazgo realizado hace décadas pero a partir del que aun estamos aprendiendo mucho", explicó Gonzalo Palma, académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, uno de los investigadores.

"Nuestras mejores teorías sugieren que el universo está constituido por muchos "universos pequeños", o "universos locales", cada uno con sus propias leyes de la física. Un escenario así nos indicaría que lo que hoy conocemos sería sólo una pequeña burbuja de un vasto multiverso", precisó.

Según Gonzalo Palma, también doctor en física teórica de la Universidad de Cambridge, se sabe que previo al Big Bang, el "universo debió experimentar una fase de expansión acelerada llamada inflación cósmica".

En ese período, el "cosmos tuvo que 'elegir' entre distintos caminos, por ejemplo, si contener electrones o no. Nuestro universo eligió un camino específico, pero otros pudieron tomar otras rutas", explicó.

Agregó que si se observa el Fondo Radiación Cósmica, se podría "reconstruir el momento en que nuestro universo 'decidió' ser como se ve hoy". Dicha observación también puede "permitir tener la posibilidad de detectar partículas nunca antes observadas", como la materia oscura, "que también fue afectada por esta 'decisión'", indicó.

Para Bruno Scheihing, otro de los investigadores, estudiante del Magister en Ciencias, mención Física, de la Universidad de Chile, "podría ser que haya una señal oculta en los confines del universo entregando información importante acerca de sus orígenes".

Gonzalo Palma envió un "dato" a los astrónomos: "Nuestro trabajo apuesta a que hay dos lugares donde se debe poner el ojo: La Radiación Cósmica de Fondo y la Estructura en Gran Escala de las galaxias", que es algo así como la red de galaxias del universo.

"Ahora la pelota está en la cancha de los astrofísicos, ya que serán ellos quienes deberán revisar los datos para obtener conclusiones nuevas, y de paso, proponer y diseñar futuros observatorios que busquen dichas señales", comentó.

Según Scheiling, hasta la aparición de este trabajo "no había una buena razón para buscar los patrones predichos, pues nunca antes se había hecho el cálculo que permite establecer su existencia"

Otro de los investigadores, Spyros Sypass, investigador posdoctoral de la Universidad de Chile, reveló que ahora el equipo está desarrollando "nuevas técnicas matemáticas para realizar análisis de datos eficientes, que podrían ayudar con la detección de esos patrones".

Subrayó que será importante para la fase de colección de datos en experimentos que el equipo tiene planificados para instrumentos instalados hoy en el desierto de Atacama.
Los datos analizados en la investigación fueron proveídos por el satélite espacial Planck, de la Agencia Espacial Europea (ESA), y en la misma participó también Xingang Chen, profesor del Departamento de Astronomía de la Universidad de Harvard.

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