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Algunos conductores del servicio de la aplicación de transporte privado Uber en EU han sido acusados de fingir casos de pasajeros que están enfermos dentro de las unidades para cobrarles tarifas adicionales de hasta 150 dólares, en una práctica que se ha dado a conocer con como “fraude de vómito”.
Varios clientes se han quejado de que el servicio de Uber les ha cobrado altos cargos de limpieza, por lo que, para recuperar su dinero, han tenido que pasar por una gran cantidad de correos electrónicos.
The Miami Herald entrevistó a múltiples pasajeros en Miami que dijeron haber sido víctimas de este fraude. William Kennedy, dijo que le habían cobrado los honorarios de limpieza dos veces en una noche, por lo que, después de numerosos emails intercambiados con Uber, se le reembolsó su dinero, no obstante, según el diario, el proceso para recuperar el dinero es invariablemente difícil y Uber generalmente respalda el reclamo del conductor.
“Fue un fraude total por dos conductores diferentes”, indicó Kennedy. “Tienen todo planeado para el fraude”. Asimismo, la pasajera Andrea Pérez, dijo que le cobraron una tarifa de limpieza de 98 dólares por un viaje, el cual solo le fue reembolsado después de quejarse con su compañía de tarjetas de crédito.
La política de Uber en EU es cobrar 80 dólares si un pasajero vomita o derrama una bebida en los asientos o en cualquier superficie difícil de limpiar. Pero la carga puede aumentar a 150 dólares en casos en que las "cantidades de fluidos corporales (orina, sangre o vómito) en el interior del vehículo sean significativas".
Por su parte, Uber le dijo al periódico que si se encontraban culpables, “tomaría las medidas apropiadas en esas cuentas”.
Un conductor anónimo de la compañía indicó al diario que “lo han estado haciendo durante mucho tiempo. Muchas personas no revisan sus correos electrónicos o estados de cuenta de tarjetas de crédito, por lo que los conductores se ganan así 80 o 150 dólares”.
De igual forma, el conductor Will Preston le dijo al portal Business Insider, que le da la bienvenida a los pasajeros ebrios, después de percatarse que podía evitar los servicios de un limpiador profesional y hacer el trabajo sucio por sí mismo para ganar un dinero extra.
