Una investigación en China determinó que beber té al menos tres veces a la semana podría aumentar la esperanza de vida en los hombres, pues debido a sus propiedades, reduce el riesgo de sufrir algún tipo de enfermedad cardiovascular.

El estudio analizó los efectos del consumo habitual de té en más de 100 mil ciudadanos chinos, y se evaluó la esperanza de vida, así como los casos de enfermedades cardiovasculares a lo largo de siete años de seguimiento.

Se clasificó a los participantes en: bebedores de té habituales (que consumían té al menos tres veces a la semana), y bebedores de té nunca habituales (con un consumo de té menor a tres veces a la semana).Los cuales indicaron los tipos de té que consumían en su mayoría, como té verde y té negro.

Además, se tomaron en cuenta parámetros como la edad, sexo, región de China en la que habitaban, nivel educativo, antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares, tabaquismo.

Los resultados arrojaron que los bebedores habituales de té, después de 50 años, tuvieron una esperanza de vida de 1.2 más años en comparación con los bebedores nunca habituales. Además los consumidores habituales también tuvieron 1.4 años más libres de enfermedades cardiovasculares.

Este estudio también mostró que aquellos que consumían té tres o más veces a la semana sufrieron una menor incidencia de eventos de enfermedad cardiovascular durante el periodo de seguimiento, en comparación con el resto de los participantes.

“Utilizando grandes cohortes prospectivas entre adultos chinos en general, hemos proporcionado pruebas novedosas sobre el papel protector del consumo de té en los eventos de enfermedad cardiovascular y la mortalidad por todas las causas”, indicó el estudio.

Los expertos indicaron que estos resultados pueden variar de acuerdo a las culturas, pues en otras regiones del mundo se agrega al té complementos como la leche y el azúcar, lo que anula los efectos benéficos mostrados en este estudio.

Se recalca que las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte prematura en todo el mundo, y son responsables de más de 330 millones de años de vida perdidos anualmente.

En conclusión, esta  indica que “el consumo habitual de té podría reducir el riesgo de morbilidad y mortalidad por enfermedad cardiovascular por todas las causas en China, y la adherencia a largo plazo al hábito podría proporcionar protecciones más fuertes”.

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