El nuevo planetario noruego Solobservatoriet permitirá viajar a otros mundos y espacios a través de las recreaciones astronómicas que se proyectarán en su interior, mediante la atmósfera cósmica que desprenden el conjunto de edificios que lo enmarca, similar a un sistema solar y gracias también a los espectaculares cielos nocturnos estrellados que se observen desde su exterior.
El estudio de arquitectura Snøhetta ha diseñado este planetario que tendrá un centro de visitantes, para ampliar la instalación astronómica más grande de Noruega, denominada Solobservatoriet y situada en el bosque de Harestua, a 45 kilómetros al norte de Oslo, en el municipio de Lunner.
El Solobservatoriet es el mayor observatorio solar al norte de los Alpes, con un equipamiento de primera clase, emplazado a 580 metros sobre el nivel del mar. Tras la ampliación, se ofrecerán a los visitantes la oportunidad de descubrir una de las estaciones de investigación astronómica más importantes de Europa.
La superficie convexa del nuevo planetario noruego permanecerá semienterrada.Foto: Snøhetta/Plompmozes
“El Observatorio Solar de Harestua es la instalación astronómica más grande en el norte de Europa y fue durante las décadas de 1950, 1960 y 1970 uno de los principales centros de física solar a nivel internacional”, informa el propio observatorio (http://solobservatoriet.no/en/) .
El proyecto de Snøhetta comprende un planetario de 1.500 metros cuadrados, así como una serie cabinas interestelares dispersas a su alrededor, cada una con forma de un pequeño planeta.
Las nuevas instalaciones ofrecerán un abanico de actividades científicas dentro de la astronomía, los estudios del Sol y las ciencias naturales, y permitirán a investigadores, estudiantes, jubilados y turistas internacionales, embarcarse en un viaje al mundo de la astronomía y aprender más sobre los fenómenos naturales, como las auroras boreales y el cielo nocturno.
Interior del planetario. Foto: Snøhetta/Plompmozes
El nuevo centro de visitantes estará situado cerca del observatorio solar original, una torre de investigación de doce metros construida por la Universidad de Oslo para el eclipse solar total que tuvo lugar en 1954.
Hoy en día, este centro es propiedad del Instituto Tycho Brahe, que lleva el nombre del científico danés del siglo XVI fundador de la astronomía observacional moderna.
Este instituto proporciona observaciones de meteoritos, terremotos y gases climáticos a los investigadores y cumple una función divulgativa al informar al público sobre las maravillas del universo, según Snøhetta.
"La nueva instalación astronómica está diseñada para inspirar un sentido de asombro y curiosidad, como si la arquitectura misma estuviera haciendo la pregunta ”¿De dónde viene el Universo?”, señalan desde este estudio con sedes en Oslo (Noruega) y Nueva York (EEUU).
“La construcción está programada para comenzar en 2019 y está previsto que finalice en 2020”, informa a Efe Therese Sanni, coordinadora de comunicaciones de Marketing, de Snøhetta.
El diseño del planetario y de las cabinas que aparentemente orbitarán alrededor de esa edificación principal imitando cómo giran los planetas alrededor del Sol, están inspirados en los principios de la astronomía y buscan generar un sentido de asombro y sorpresa en los visitantes, según sus arquitectos.
Teatro cósmico en medio del bosque
El nuevo planetario es el primer edificio que llamará la atención de los visitantes cuando lleguen a la instalación caminando por senderos que atraviesan el bosque con sus ovejas pastando.
Será un teatro astronómico donde se representarán más de dos milenios de avance astronómico y progreso científico, haciéndose eco del primer planetario del mundo que fue concebido por Arquímedes alrededor del año 250 a.C.
La ruta hasta llegar al planetario es totalmente ecológica y bucólica.Foto: Snøhetta/Plompmozes
Tendrá un techo sinuoso y viviente, que envolverá una cúpula dorada y estará plantado de forma exuberante con hierba, brezo silvestre y distintas variedades de arándanos, y funcionará como un cruce entre el paisaje y la edificación, sobre la cual los visitantes podrán pasear para contemplar el cielo estrellado.
"Medio hundido en el terreno, el teatro de tres pisos del planetario emergerá de la tierra como un orbe grabado con constelaciones, que se irá revelando gradualmente a medida que la gente se acerque", señala Snøhetta.
En el corazón del edificio, el teatro cósmico en forma de cúpula y con 100 asientos, permitirá una proyección realista de estrellas, planetas y objetos celestes.
Este teatro estará rodeado por una recepción, un café y un área de exhibición y una suave rampa que conducirá a un entrepiso de exhibición y al paisaje exterior de la azotea, mientras que en su nivel bajo tierra, el planetario contará con un amplio espacio en forma de cuenco para que los niños se desplieguen.
Siete cabinas interestelares para huéspedes
Alrededor habrá siete planetas en órbita o cabinas interestelares, cada una con su propio diseño y una capacidad conjunta para alojar a 118 huéspedes, unas instalaciones que según Snøhetta, “atraparán la imaginación de sus visitantes a través de un viaje intelectual, visual y táctil al reino de la astronomía”.
“Estas construcciones asegurarán que la gente pueda pasar la noche en las instalaciones ampliadas del Solobservatoriet, por lo que aportarán, tanto un alojamiento turístico, como de recreación y educativo”, señala Therese Sanni a Efe.
Desde el nuevo planetario se observarán, entre otros, los fenómenos de las auroras boreales . Foto: Snøhetta/Plompmozes
"Las superficies de los planetas estarán revestidas con materiales diversos y algunos de estos alojamientos parecerán estar a medio camino del suelo, mientras que otros estarán descansando suavemente sobre el terreno blando del bosque, como si acabaran de aterrizar", según sus proyectistas.
"En lugar de modelos a pequeña escala de planetas de la vida real, las cabañas son objetos imaginarios, cada uno con un nombre asignado específicamente", añaden.
Seis de los planetas tendrán entre ocho y diez metros de diámetro y podrán alojar 10 o 32 personas respectivamente, en tanto que el planeta más pequeño, ‘Zolo’, tendrá 6 metros de diámetro y estará compuesto por una recinto con dos camas, según el estudio de arquitectura noruego.
El nuevo planetario y las siete cabinas interestelares son la expansión de las modestas instalaciones actuales delSolobservatoriet, y lo convertirán en un centro de conocimiento internacional con actividades como la formación de equipos, oferta de conferencias y seminarios especializados, concluye Snøhetta.