Un equipo internacional de científicos, que incluye a investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Swansea, ha descubierto una nueva especie de serpiente venenosa en Australia, a la que han apodado 'Weipa bandy-bandy'(Vermicella parscauda).

Esta nueva especie es una pequeña serpiente (de entre 50 y 100 centímetros) con bandas en blanco y negro que se encuentra únicamente en Australia. La 'Vermicella parscauda' pertenece a un grupo de serpientes venenosas de la familia Elapidae. Pero a pesar de ser parte de una familia altamente venenosa que incluye cobras y taipanes australianos, los bandy-bandys no representan ningún riesgo para los humanos y su veneno podría contener incluso propiedades medicinales.

El doctor Kevin Arbuckle dirige la parte del análisis de datos moleculares de la investigación en Swansea. "Estamos muy entusiasmados de haber identificado esta nueva especie. Después de realizar los análisis de datos moleculares, descubrimos que, de hecho, habíamos encontrado una especie claramente diferente a la de los bandy-bandys conocidos anteriormente", comenta.

Se podría decir que lo último que necesita Australia es otra serpiente venenosa, pero como señala el doctor Arbuckle, esta nueva especie podría tener beneficios distintos. "Debido a sus hábitats reservados, su tamaño pequeño y un veneno que no es altamente tóxico para los humanos, el 'Weipa bandy-bandy' no es una amenaza para nosotros", apunta.

El investigador señala que "una vez que se investiga el veneno de esta nueva especie, su compleja mezcla de químicos activos biológicamente tiene el potencial de conducir a futuros desarrollos farmacológicos que podrían ayudar a los humanos".

El 'Weipa bandy-bandy' fue descubierto por el doctor Bryan Fry (Universidad de Queensland) y el doctor Freek Vonk (Centro de Biodiversidad Naturalis) en 2014, durante una excursión a la Península de Cape York. Tanto Fry como Vonk sospecharon que el espécimen era diferente a otras especies de bandy-bandy.

Así, durante un viaje posterior en 2016, otro miembro del equipo del laboratorio del doctor Fry se encontró con otra de las serpientes, una señal de que la primera no era simplemente un individuo inusual, sino que podría representar una nueva especie. Por tanto, se recogieron muestras genéticas y datos morfológicos para estos individuos y se compararon con todas las otras especies de bandy-bandy.

Ahora depende del doctor Arbuckle utilizar los datos genéticos obtenidos para probar si los nuevos especímenes representan una nueva especie evolutivamente distinta y comparar esto con especies previamente conocidas.

El 'Weipa bandy-bandy' podría no representar una amenaza para los humanos, pero tal y como lamenta el doctor Arbuckle, sí lo contrario: "A pesar de que solo se descubrió, la nueva especie ya se enfrenta a una amenaza significativa debido a la interrupción potencial del hábitat debido a las actividades mineras, por lo que probablemente podría ser clasificada como especie en peligro o incluso críticamente en peligro una vez que haya sido evaluada formalmente".

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