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Durante las vacaciones uno de los padecimientos más frecuentes que afectan a los viajeros son las enfermedades diarreicas, y aunque es poco común que las infecciones se puedan complicar al grado de ocasionar la muerte, sí llegan a arruinar la diversión y el descanso de cualquiera.
Investigadores del Departamento de Biomedicina Molecular del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) refieren que el vehículo más importante de contaminación para adquirir la enfermedad son los alimentos y aguas preparadas. Por ello es necesario que ambos sean elaborados con estrictas medidas de higiene y que cualquier persona que manipule los alimentos se lave las manos previamente.
De acuerdo con Teresa Estrada García, investigadora del Cinvestav, lo que ocurre en los viajeros es que se exponen a microrganismos con los que no habían estado en contacto antes, cepas diferentes a las que circulan en su entorno habitual, sobre todo si los paseantes provienen de zonas más industrializadas del país y visitan áreas menos desarrolladas.
Para prevenir la enfermedad diarreica, la científica recomienda a los viajeros seguir algunas normas internacionales como es consumir alimentos que estén bien cocidos y evitar los alimentos crudos, además de dar aviso a las autoridades sanitarias para que levanten un registro e inspeccionen el lugar donde se piense se contrajo, de darse el caso, una infección.
La diarrea aparece por lo regular entre las 24 y 48 horas post infección, aunque esto depende del tiempo de incubación de la bacteria, de las dosis de bacterias que se hayan consumido y de la susceptibilidad genética a infecciones que tiene cada individuo.
Por ejemplo, dos personas pueden comer el mismo alimento contaminado y a uno no pasarle nada, pero el otro individuo sí desarrollará la enfermedad diarreica.
Este tipo de padecimientos se caracteriza por presentar más de tres evacuaciones semisólidas o líquidas durante el día, dolores abdominales, náuseas, malestar general y en algunos casos vómitos, un cuadro que produce deshidratación, lo cual requiere atención inmediata, sobre todo en el caso de niños y personas de la tercera edad, pues ellos se deshidratan más rápidamente.
No se tienen estudios de los casos de diarrea en viajeros nacionales que se desplazan a diferentes zonas del país. Sin embargo, de los 50 millones de paseantes de países industrializados que visitan anualmente naciones subdesarrolladas o en vías de desarrollo como México, 40 por ciento presentan infecciones gastrointestinales.
A estos casos se les conoce como diarrea del viajero, la cual se estima es producto en 80 por ciento de las ocasiones de infecciones bacterianas causadas por Escherichia coli enterotoxigénica y enteroagregativa.
De hecho, sólo dos de cada 10 paseantes suelen desarrollar diarrea persistente, que dura más de 14 días y entre el 4 y 10 por ciento desarrollan síndromes inflamatorios intestinales.
La mayoría de estas infecciones gastrointestinales se limitan solas, pero en algunos casos severos se recomienda el uso de antibióticos debidamente prescritos por un médico.