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El día de ayer se hizo viral información del Laboratorio de Astronomía Solar de Rayos X del Instituto Físico de la Academia de Ciencias de Rusia que aseguraba que el próximo 18 de marzo una tormenta magnética "golpearía" a todo nuestro planeta.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el maestro Juan Esteban Hernández Quintero, jefe del Servicio Magnético del Instituto de Geofísica de la UNAM, afirma que no existe, hasta el momento, tecnología confiable al 100% para pronosticar con tanta antelación (20 días) una tormenta geomagnética.
"En realidad el Sol está siempre activo y nos manda tormentas, por decirlo de algún modo, periódicamente. Gracias a los instrumentos con los que se cuentan en la actualidad es posible avisar que el Sol va a enviar una serie de partículas a la Tierra, lo único que no se puede en este momento es pronosticarlo con tanta anticipación. Lo que dice la información es que se espera una tormenta gigante, lo cual puede pronosticarse de alguna manera, pero tanta antelación lo pone en duda", asegura Hernández Quintero.
El especialista explica que una tormenta solar nace cuando el Sol lanza sus partículas y sus ondas electromagnéticas a la Tierra. Las ondas electromagnéticas pueden llegar aproximadamente en 8 minutos a la Tierra, mientras que las partículas pueden tardar de tres a cuatro días, con lo cual el pronóstico de una tormenta no va más allá de una semana, cuando mucho.
"La manera de pronosticar el viaje de estas tormentas, generalmente comienza con la recepción visual de los satélites que están en el lado día entre la Tierra y el Sol, por lo tanto para pronosticar una tormenta que se denomine 'geoefectiva ´se necesita cumplir con ciertas características", enfatiza el jefe del Servicio Magnético del Instituto de Geofísica de la UNAM.
¿Cómo afectaría una tormenta geomagnética a la Tierra?
En los años 90 se acuñó el término "Clima espacial" que se refiere al estudio del comportamiento del Sol y su interacción con la Tierra, además de estudiar este comportamiento desde el punto de vista del fenómeno físico, también estudia el efecto sobre la tecnología. "Debemos aceptar que a finales del Siglo XX y principios de éste, hubo un incremento muy importante en el uso de la tecnología, hay muchos más satélites, de comunicación, militares, etc. en ellos recae el primer efecto de las tormentas, se ven afectados diferentes sistemas. Hay una diminución en su capacidad de comunicación, inclusive por protocolos de seguridad algunos sistemas de ciertos satélites se apagan para evitar que tengan algún daño. Después, cuando llegan estos afectos a la Tierra, ya estando en la atmósfera alta, podemos ver Auroras boreales, también se ve afectada, en algunos casos, la transmisión de la electricidad".
Actualmente, muchos de los satélites son indispensables para dotar a la población de telefonía, Internet, sistemas de posicionamiento global (GPS) y rutas aéreas o marítimas, así que las afectaciones a sus transmisiones pueden ocasionar peligros a la población y daños económicos considerables.
Hernández Quintero recuerda que en 1989 hubo una tormenta geomagnética que afectó principalmente a Canadá. "Lo que pasó fue que las partículas afectaron tanto a la tecnología de la instalación eléctrica de la ciudad de Quebec que se quedó sin electricidad debido a que en aquel entonces no había tanta preparación sobre este tipo de fenómenos y los transformadores que estaban relacionados con la repartición de la energía eléctrica en la ciudad se quemaron. En la actualidad ya existe un cambio paulatino para evitar los efectos de estos fenómenos".
Servicio de Clima Espacial México
En 2014 comenzó su operación el Servicio de Clima Espacial que se encarga de estar monitoreando el comportamiento del Sol para luego generar una gran cantidad de datos y mantener informada a la población.
"Desde ese año hasta ahora, ha tenido un desarrollo muy importante dentro de la UNAM, de hecho, está conformado también por el Laboratorio de Clima Espacial que se encarga de acumular todo esta información, de procesarla y de difundirla a través de alertas relacionadas principalmente con el efecto que pudiéramos recibir en cuanto a las tormentas geomagnéticas", dice Hernández Quintero.
La información está abierta al público a través de la página de Internet (http://www.geofisica.unam.mx) en la sección de Servicios.
"Me gustaría hacer un atento llamado a la población para que acuda a fuentes confiables de información sobre temas relacionados con fenómenos naturales como sismos, tormentas geomagnéticas, huracanes, etc, para que la gente pueda tomar acciones basadas en un buen criterio", finaliza el experto.
vkc