Mr. Stubbs es un cocodrilo que hace un par de años perdió su cola a costa del tráfico ilegal de animales, del que fue víctima. En 2013, el lagarto fue encontrado en un camión que cargaba distintos animales exóticos en cautiverio y a causa de eso Mr. Stubbs fue trasladado a la Sociedad Herpetológica de Phoenix.
En ese centro se construyó una primera prótesis hecha en yeso y otros materiales para que el animal recuperara su cola, sin embargo, el resultado obtenido no fue el mejor ya que la pieza carecía de soltura y flexibilidad.
Luego de varios intentos por devolverle la cola a Mr. Stubbs, el equipo de especialistas, encabezados por el profesor asociado de Anatomía en la Universidad de Midwestern de Arizona, Justin Georgi, decidió emplear la tecnología para ayudar al animal.
Utilizaron un escáner 3D Artec para medir al cocodrilo y prever su crecimiento y que de esa forma, la futura cola se pudiera adaptar correctamente al animal durante los siguientes años y no fuera necesario construir una nueva.
Mr. Stubbs ha logrado adaptarse a su nueva prótesis rápidamente, pues según contaron los investigadores a National Geographic, en el centro de recuperación se dieron cuenta del avance del lagarto con su nueva cola cuando la utilizó para golpear a uno de los voluntarios. En ese momento comprobaron que ya la usaba de forma natural.
El animal se ha vuelto una inspiración y una muestra del potencial que tiene la impresión 3D para la biomédica.