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La empresa china Huawei Technologies Co Ltd presentó una apelación legal que busca que se declare inconstitucional una ley de defensa estadounidense, el último intento de la compañía por evitar sanciones que amenazan con expulsarlo de los mercados globales.
La acción, presentada el martes en un tribunal de Texas, solicita que se declare inconstitucional la Ley de Autorización de Defensa Nacional de 2019 (NDAA, por sus siglas en inglés), en una actualización de una demanda presentada por Huawei en marzo.
La NDAA, aprobada por el Congreso de Estados Unidos el pasado verano boreal, impone una amplia prohibición a las agencias federales y a sus contratistas en lo referente al uso de equipos Huawei por motivos de seguridad nacional, alegando los vínculos de la compañía con el gobierno chino.
Huawei, el mayor fabricante mundial de equipos para redes de telecomunicaciones, ha negado que esté controlado por el gobierno, el ejército o los servicios de inteligencia chinos.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, mantuvo el miércoles la presión sobre la empresa, afirmando en Fox Business Network que "Huawei es un instrumento del gobierno chino. Están profundamente conectados. Es algo difícil de entender para los estadounidenses".
Glen Nager, socio de la firma legal estadounidense Jones Day y principal abogado externo de Huawei, dijo a Reuters que la corte fijó un calendario de audiencias en septiembre para las alegaciones de ambas partes.
El Departamento de Comercio estadounidense aumentó recientemente las sanciones sobre Huawei, que fue incluida el 15 de mayo en una lista negra comercial que prohíbe a las empresas hacer negocios con ella, en una medida que agitó de inmediato el sector tecnológico mundial.
El director legal de Huawei, Song Liuping, dijo el miércoles que la compañía está analizando la manera de luchar contra la prohibición de Estados Unidos, que, según dijo, afecta a sus más de mil 200 proveedores y amenaza con perjudicar a sus 3 mil millones de clientes finales en 170 países.
Song afirmó que el uso de leyes y decretos administrativos de Washington para castigar a una sola compañía "sienta un precedente muy peligroso".
"Hoy son las telecomunicaciones y Huawei, pero mañana podría ser su empresa, su industria, sus clientes", dijo a los periodistas en la sede de la compañía en Shenzhen.