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Gracias a la aplicación de modelos matemáticos su entendimiento se podrán incluso a proponer experimentos que nos lleven a comprender cómo funcionan los fenómenos de interés como puede ser el desarrollar soluciones médicas para atender enfermedades degenerativas, como el Alzheimer y en general entender cómo funciona el cerebro, afirmó el investigador del IPICYT de la división de matemáticas aplicadas, César Octavio Maldonado Ahumada.
Explicó que las matemáticas que conocemos como matemáticas aplicadas son aquellas a las que se les ha encontrado aplicación al día de hoy, pero que eso no implica que la investigación básica no pueda llegar a ser aplicada.
“Un ejemplo de esto es el modelo de Ising, que es un modelo simple de partículas en la mecánica estadística que ahora se usa en la neurociencia computacional para describir la probabilidad de disparos en las neuronas, y describir la correlación entre los disparos de neuronas conectadas”, explica el Investigador del IPICYT.
Maldonado Ahumada dijo que el comportamiento de ciertos sistemas puede ser impredecible y errático, sin embargo, sus propiedades cualitativas y estadísticas pueden ser entendidas con la teoría de los sistemas dinámicos.
El doctor en Física Teórica por la École Polytechnique de Francia indicó que este es un ejemplo de cómo pueden interactuar las matemáticas y la biología, ya que al aplicarse un modelo matemático en otra ciencia se dan bases para entender cómo funciona un sistema biológico.
“Las matemáticas aplicadas las veo yo desde dos visiones: una, la versión pragmática que es la de resolver un problema de la vida usando las matemáticas; y la otra, en donde el matemático construye, define un objeto matemático, lo desarrolla para construir una teoría, que después puede ser aplicada, ahí tiene una gran valor las matemáticas para el desarrollo de la ciencia y la tecnología”, finaliza César Octavio Maldonado Ahumada.
sergio.marin@clabsa.com.mx
apl