El fin de semana hubo dos hechos que apuntan a que la “luna de miel” entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y la exlideresa magisterial, Elba Esther Gordillo, ha terminado y que ahora podría venir una embestida de la maestra no sólo para recuperar la presidencia del SNTE, sino para devolverle al sindicato la interlocución y representatividad del magisterio nacional que el actual gobierno le dio a la CNTE con la que negocia su reforma educativa. De entrada, Gordillo calificó de “reformita” a la reforma lopezobradorista en educación y llamó a su corriente de Maestros por México a hacerse presentes en la discusión de las leyes secundarias “para que no nos vayan a dar la misma gata pero revolcadita, en una reforma que —acusó— tiene ineficacias e ineficiencias”.

La maestra aprovechó ayer la Asamblea de su nuevo partido, Redes Sociales Progresistas en Puebla, para anunciar, por primera vez en público, que va a buscar encabezar nuevamente la presidencia nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, porque es su “derecho legal y legítimo” y porque “la Cuarta Transformación no es la reforma que estábamos esperando”, aunque aclaró que no busca ni venganza ni ningún pleito con el gobierno federal, pero pide respeto. “No queremos ningún pleito con ningún gobierno. Cuarta, quinta o décima Transformación; mi respeto al señor presidente (López Obrador) pero zapatero a sus zapatos. Respeto a la autonomía sindical”, sentenció Elba Esther.

Elba Esther se quejó de que sus “casi 40 años al servicio de la educación pública y de darle nivel de excelencia en algunos aspectos” se hayan ido “todo para atrás por falta de atención”, y reclamó que así como el gobierno de López Obrador “nos habla de democracia sindical y nos viene con un decálogo”, tiene que aceptar el derecho de los trabajadores, en este caso los maestros, para opinar sobre su materia de trabajo. “Vamos por el voto secreto, universal y directo, pero también vamos por opinar en la materia de trabajo. No podemos renunciar a ser defensores de la educación”.

Otra señal de que se desvanece la alianza político-electoral que hubo en las pasadas elecciones presidenciales entre los maestros gordillistas y el entonces candidato de Morena, fue que en los eventos de este fin de semana, asambleas en Campeche y en Puebla, el rostro de Andrés Manuel López Obrador, que en un principio aparecía como parte de la imagen gráfica de Redes Sociales Progresistas, desapareció ahora del diseño del logotipo de RSP.

Según se afirma desde la Presidencia, le pidieron a los promotores del nuevo partido “no utilizar la imagen del presidente”, lo cual coincide con el deslinde abierto que hizo ayer Gordillo Morales de cualquier filiación morenista o lopezobradorista de su nueva fuerza política, a la que cuando inició sus trámites de registro, el yerno y el nieto de Elba Esther sí identificaban como “afín a la Cuarta Transformación y al presidente López Obrador”. Pero ahora la maestra se desmarcó por completo del presidente: “Necesitamos un instrumento porque ni nos quieren unos, ni nos quieren otros. Aquí no hay ni morenitos, ni güeritos, ni tricolores. Ni maíz que nos alineamos, cuántos somos, que el peso específico se haga valer”.

Así que está claro que, si no hay rompimiento, al menos ya no hay la cercanía ni el interés político que los juntó en campaña. La maestra parece haber entendido que en el gobierno de López Obrador no la quieren cerca ni le van a facilitar en modo alguno la recuperación del SNTE, y que por el contrario, con el argumento de la democracia sindical, lo único que han hecho es darle largas a la definición de un proceso interno para reagrupar y reposicionar al sindicato más grande del país, tal vez porque prefieren entenderse con los radicales, pero afines de la CNTE para sacar la reforma educativa. Así que Elba ya decidió brincarse las trancas y va no sólo por la presidencia del sindicato magisterial, sino por recuperar la interlocución política e influir en las leyes secundarias de la que llama “reformita” educativa de López Obrador.
 
NOTAS INDISCRETAS…El senador Ricardo Monreal dice que su iniciativa constitucional para aumentar el número de ministros de la Corte y crear la Sala Anticorrupción, no es un ataque al Poder Juidicial ni busca afectar su autonomía ni controlar las decisiones de los ministros y magistrados. “No es esa la intención, lo único que buscamos es eficientar el tema del combate a lacorrupción y acabar con el exceso de gasto y burocracia que significan las salas del Tribunal Superior de Justicia Administrativa para darle a la Corte la facultad de ser la cabeza en el castigo y sanción a las conductas y delitos de corrupción de servidores públicos”, explica el coordinador de Morena. También rechaza que haya consultado o avisado al presidente López Obrador de sus propuestas, incluida otra que ya tiene lista y que presentará para desaparecer el Consejo de la Judicatura, órgano de control interno del Poder Judicial. “Yo en esas cosas me aviento sólo y me voy por la libre, porque creo que sí se puede y se debe mejorar el funcionamiento y la eficiencia de las instancias judiciales de este país”, aclara Monreal, y sostiene que no hubo ninguna intención en presentar sus reformas constitucionales el mismo día que ocurrió el encuentro entre el presidente de la Corte, ministro Arturo Zaldívar, con el presidente López Obrador en Palacio Nacional. “Fue pura coincidencia, yo ni siquiera sabía que el ministro estaba invitado a la oficina presidencial”, comenta el líder de Morena en el Senado…El episodio de una supuesta incursión de un “comando armado” al rancho del ex presidente Vicente Fox resultó ser falso. Sólo se trató de dos guaruras armados que acompañaban a unos novios hospedados en el hotel boutique que está en la propiedad del ex mandatario, pero el incidente que alarmó a un Fox en pijamas y que participaba en una Convención sobre Mariguana en Las Vegas, fue tomado en serio por el presidente López Obrador que mandó guardias militares no sólo a custodiar a don Vicente sino también al ex presidente Felipe Calderón, quien ya se había quejado de sentirse vulnerable sin las escoltas del Estado Mayor que les fueron retiradas junto con su pensión. La verdad hizo bien el gobierno en no minimizar cualquier riesgo o amenaza a la integridad de los ex presidentes, porque una cosa es retirarles la pensión y el séquito de ayudantes, secretarias y asesores que se les pagaron por muchos años, y otra muy distinta dejarlos desprotegidos. En fin, que a lo mejor Fox andaba bajo los influjos de la plantita que ahora quiere cultivar en su rancho, pero “ciertamente” y “haiga sido como haiga sido”, los dos ex presidentes panistas ya tienen de nuevo guardias militares que los cuiden…Los dados mandan Escalera doble. La semana promete.

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