Tres campeones desde la creación de la Liga de Expansión: Tampico Madero, Tepatiltlán y ahora el Atlante, proyectos truncados que solamente celebran con cerveza y tacos, porque que deportivamente no sirve de maldita la cosa ser campeón en esa división. Claro, el premio de 5 millones de pesos no cae nada mal, pero la gloria deportiva ha desaparecido de nuestro futbol.
El estadio de la Ciudad de los Deportes no tenía a un campeón (local) desde hace 75 años. Ningún equipo jugando la vuelta ahí había podido coronarse en ese lapso con tres finales de vuelta hasta ayer, que se reparten de la siguiente manera: Cruz Azul dos perdidas, una contra Pachuca (Invierno 1999) y una contra Monterrey (Apertura 2009); y el Atlante que perdió el duelo definitivo por el título contra la Jaiba Brava para el Guardianes 2020.
Lo que se vivió el sábado por la noche fue mágico, una afición que tras ser tan golpeada por tantas y tantas directivas, volvió a sentir lo que es ser ganadores, en su ciudad, en la de México, no en algún lugar extraño como se habían empeñado llevar al Atlante, entre ellos, el rotundo fracaso que fue asentarlos en Cancún.
La promesa de la Liga MX es que para 2023 habrá de nuevo ascenso, no se habla del descenso, no queda tan claro, pero sí de cuatro o cinco de los 17 equipos participantes con la opción de pelear por subir de categoría: Atlético Morelia, Atlante, Mineros de Zacatecas, Leones Negros, Tampico Madero y paren de contar. Es decir, los otros 12 equipos seguirían de observadores nada más. ¿Por qué no todos? ¿Por qué no permitir descenso de Liga MX a Expansión? Simple, en la Primera División quieren a como dé lugar tener 20 equipos, por eso la decisión de subir y no bajar.
Si los requisitos para ascender no van con relación a infraestructura sino a la solvencia económica y moral de los dueños de los equipos, entonces que mal trabajo han hecho desde las oficinas de la Liga, que siguen permitiendo 12 equipos que no tienen posibilidad inmediata de certificación, porque al final de cuentas siguen siendo sus socios. Entonces, ¿son o no son? Así de simple y fácil.
La noche del sábado aficionados al futbol gritaban en redes sociales, en el estadio Azulgrana (porque fue otra vez el Azulgrana a pesar del nombre administrativo), y en cada rincón de este país, SÍ AL ASCENSO. Ya con equipos en Primera División que tuvieron problemas de porcentaje resuelto el tema, entonces es tiempo de retomarlo, de darle competitividad a la Liga, porque resulta contradictorio que hayan revivido el repechaje dando oportunidad a tantos equipos de entrar a la Liguilla y no dar opciones a nuevos clubes para engrosar y darle vida a su competencia, porque... ¿quién tendrá hambre de triunfo cuando se clasifican 12 de 18 y no tienen ni problemas de descenso?
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