Hola Todas y Todos:

Aunque la conquista de México haya sido hace 500 años y que España en esos tiempos no existía como país, sino como reinos, me uno a nuestro presidente para protestar.

Obviamente que como ciudadano mexicano, a mí en lo personal, me vale madres si España se disculpa o no se disculpa con nosotros.

Ustedes me preguntarán ¿por qué me vale?

Muy fácil. Porque México tendría que pedir mucho más perdones que nuestros conquistadores. Por ejemplo:

A los gringos por las madrizas que Pancho Villa les puso. A los franceses por la Batalla de Puebla. A los alemanes por ganarles en el pasado Mundial. A Julio César Chávez por la madriza que le puso a Whitaker en el último round.

Y así me podría seguir y seguir.

Por otra parte, y si seguimos con las disculpas, creo que también nuestro presidente tendría que pedir disculpas varias veces con nosotros los mexicanos. Como por ejemplo:

Pedir perdón por la cancelación del NAICM. Disculparse con los millones de turistas que dejarán de visitarnos por el desmadre de los vuelos.

Disculparse con los pequeños y medianos empresarios que no van a crecer por la falta de visitantes a nuestro país.

Disculparse con los chilangos porque no disfrutaremos de la Fórmula 1 a partir de 2020.

Pedir de rodillas perdón a los niños de Oaxaca que llevan tres meses sin escuela.

Disculparse con todos los mexicanos que no disfrutarán la visita de su santidad el papa Francisco a nuestro país en el 2021.

Y sin duda: Pedirle perdón a todos los mexicanos que nos tenemos que atragantar uno por uno, sus pinches anuncios de radio con ese final diabólico de una locutora que repite y repite…. ¡¡¡¡GOBIERNO DE MÉXICO!!!

¡Coño! Son un horror.

Pero, en fin, mis queridas exnovias, como esta carta no va dirigida al presidente sino a ustedes, les diré por qué me tienen que pedir perdón.

A mi exnovia Linda, de cinco años, y yo de seis, porque me botaste cuando te pedí un sandwich de mostaza, te enojaste y me corriste.

A mi exnovia María Luisa, de 14 años, y yo de 16, que también me botaste, porque te invité al cine y no pagué tus palomitas.

Y a mi exnovia Teresita, que me botaste porque tu hermano Xicoténcatl me cachó con una “prima mía” besándonos en el cine, y el cínico fue a chismearte. Ustedes tres me deben pedir perdón por su equivocación. Se perdieron a un “partidazo”.

¿Y qué le puedo decir a los catalanes? Me deben pedir mínimo cinco perdones por las últimas cinco madrizas que nos han puesto. Miren que faltarle el respeto al Campeón de la Champions no tiene perdón.

Y ¿qué me dices Comizzo cuando te metió el gol Hermosillo y no nos coronamos? Ustedes dos me deben pedir perdón. Comizzo por idiota y cometer el penalti. Y tú Carlos…. ¡Por meter ese gol!

En fin, mis queridos lectores, para concluir:

Todos los partidos políticos en España ya nos camotearon. El mundo comparó el ridículo de las protestas de nuestro presidente con las protestas de esos extraordinarios mandatarios Maduro y Morales. Otra semanita de sobresaltos innecesarios y otra semanita de prensa “fifí”.

¿Hasta cuándo seguirán sus provocaciones, Sr. Presidente? ¿No cree que ya llegó el momento de que actúe como ESTADISTA en lugar de un candidato en campaña?

Yo creo que sí.

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