La neta es que más allá de repetir la información de mis colegas que han hurgado y reporteado los refuerzos del próximo semestre del Rebaño con todo y DT o las opciones que hay para dirigir a las Chivas, me gustaría dedicarle un espacio al mensaje que sí se debe dar al término del torneo, que dicho sea de paso, para el Guadalajara será en 15 días, cuando sume su quinta temporada consecutiva sin Liguilla.

Así como suena, así como se lee, serán dos años y medio sin Fiesta Grande; para que dimensiones un poco, de calificar el equipo rojiblanco en el torneo que viene, volvería a jugar un partido de Liguilla tres años después, de mayo 2017 a mayo 2020. Una locura.

Es cierto, es la realidad y ya nada puede cambiar ese terrible peregrinar de nuevo hacia el descenso, pero por eso es importantísimo que en 15 días se estén anunciando los primeros refuerzos, se intente levantar la moral y los daños a la afición y a la rentabilidad misma del proyecto. Aún no cierran, por ejemplo, los derechos de transmisión para el siguiente ciclo ni para México ni para Estados Unidos y una de las razones es lo malbaratado que está el equipo.

De ahí que a finales de noviembre debe quedar muy claro qué es lo que pasará con las Chivas y que trabajarán en plenas fiestas decembrinas mientras ven la Liguilla por televisión.

El 10 de enero tendrá que iniciar una nueva buscando regresar a ser el equipo más ganador de México.

¡Bienvenidos, bienvenidos! A las horas del armado del renacer de las Chivas. 

@EnriqueVonBeas

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