Seamos sinceros, esto es penalti, y a partir de ahí tenemos que analizar el resultado final, aún cuando duele por el esfuerzo de todo el equipo, que estuvo muy cerca de lograrlo.

En este deporte y en este tipo de competencias, siempre hay detalles que nos dejan un mal sabor de boca cuando las cosas no juegan a nuestro favor, pero lo vivido ayer en la final del Campeonato del Mundo Sub-17, me parece que es más error del defensor mexicano que del árbitro, porque el contacto existe, aunque ya después entra la discusión de si algunos lo hubieran marcado y otros no.

Brasil fue un equipo que generó peligro en el marco tricolor en varias ocasiones y que la fortuna por momentos también estuvo del lado de los nuestros, y cuando parecía que México se llevaría su tercer Mundial en esta categoría, apareció el árbitro junto con el VAR para señalar un contacto por parte del defensor mexicano sobre el tobillo del rival a pocos minutos de terminar el partido, entendiendo que como este tipo de jugadas hay muchas y que en cualquier otro partido y en cualquier otra situación, probablemente no se hubiera señalado.

Felicidades a cada uno de los futbolistas, al cuerpo técnico, al staff y al equipo directivo que hicieron un extraordinario trabajo, dejando todo y demostrando que se tiene una muy buena camada para soñar con algo grande en un futuro, siempre con un buen seguimiento y principalmente con trabajo, el cual, hoy no deja ninguna duda de que se sigue haciendo en fuerzas básicas.

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