Pudo haber pasado al cuadro de honor en la historia del americanismo, pero lo echó a perder. Pudo convertirse en un referente de la historia reciente, pero no fue así. No es correcto juzgar a un deportista al que se le entrega una nueva oportunidad, pero no es grato, ni para los aficionados al América, ni para los del Guadalajara, que un futbolista llegue precedido de estar en alguno de estos equipos, mucho menos cuando fue una real figura de las Águilas.

Eso sí, Oribe Peralta hace bien en seguir como uno de los tres futbolistas mejor pagados en el país, conservar su jugoso salario, que justificó en cada minuto que fue jugador del América y más si ya no era parte de los planes del equipo de Miguel Herrera para el siguiente torneo.

La que toma la decisión incorrecta es la directiva del Guadalajara, porque parece que para tomar los puestos ejecutivos en este equipo se necesita ser un ignorante absoluto de futbol. Es inconcebible que una directiva que busca tener a un equipo competitivo, se base en un fichaje de un futbolista de 35 años de edad, quien prácticamente estuvo fuera por lesión toda la temporada pasada, se encuentra en el ocaso de su carrera y difícilmente puede jugar 90 minutos.

Y lo peor: que venga del América, algo que Jorge Vergara—en sus cinco sentidos— hubiera impedido. Incluso, esto se convierte en una humillación a su gestión durante tantos años. El América ha humillado al Guadalajara hasta en negociaciones, mostrando inteligencia, capacidad y conocimiento de futbol, ante unos directivos novatos, quienes han comprado a un desecho de su actual plantel.

Insensato que el Guadalajara tenga o haya tenido futbolistas de alta calidad, en plena juventud, y ya no cuente más con ellos en su plantel. Voltear a ver a la delantera del León y encontrar a José Juan Macías y José de Jesús Godínez, es la muestra, o ver a Rodolfo Pizarroen la Selección Nacional a plenitud, no hace ver más que la incapacidad directiva de este club.

Nada tiene que ver la incapacidad en las oficinas con Peralta. Él hace bien en aprovechar oportunidades contractuales distintas y novedosas, porque —mientras le sigan pagando y lo sigan queriendo— está dispuesto a jugar, pero de ahí a que realmente sea el refuerzo que necesitan las Chivas, es muy lejano a la realidad.

Una noticia que paralizó a todos, incluso en las coberturas de los medios de comunicación en plena Copa Oro, donde se ve con ojos positivos la juventud de un grupo que demuestra estar centrado y convencido de que este torneo lo tiene que ganar vapuleando a sus rivales.

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