Raúl Jiménez no solamente se ha convertido en el jugador mexicano más costoso en la historia de las transferencias de futbolistas nacionales en el mercado europeo. El delantero del Wolverhampton es, desde hace unos meses a la fecha, el mejor atacante que tiene este país, le guste a quien le guste, le pese a quien le pese.

Porque Javier Hernández podrá encarar vía redes sociales a los que han cuestionado sus números en esta última temporada, con estadísticas históricas en clubes y en la Selección Nacional, pero se le olvida —lo mismo que a sus defensores— que el rendimiento de un futbolista no se mide en función de lo que ha hecho a lo largo de su carrera, sino de lo que está haciendo en el presente, y el presente de Jiménez es mucho mejor, después de marcar 15 goles en Inglaterra (12 en la Premier League y tres en la FA Cup), además de ocho asistencias, con lo que ha contribuido para que su equipo sume 30 de los 47 puntos que tiene al momento.

El Wolverhampton pagó casi 45 millones de dólares al Benfica para firmar al mexicano hasta  2023. Con esto, se convirtió en el fichaje de un futbolista nacido en nuestro país más caro en la historia, al superar, curiosamente, su propia marca, ya que cuando fue vendido por el Atlético de Madrid al club portugués, la operación fue por 25 mdd.

Con estos números, ya de por sí, dejaba atrás los 20 mdd que el West Ham United pagó al Leverkusen por Hernández y que no les ha redituado en los goles que esperaba tener. Atrás, también, quedaron los 16 mdd que el Real Betis pagó al América por Diego Lainez y los 14 mdd que el Leverkusen desembolsó por el propio Hernández al comprárselo al Manchester United.

No reconocer que Jiménez pasa por el mejor momento de su carrera en Europa es hacerse tonto y rendirse ante la mercadotecnia y lo bondadoso que ha sido el futbol con otros personajes. Una de las pocas fallas que ha tenido Raúl en su andar es no ser un poco más agresivo al momento de pelear por un puesto.

Me explico: Raúl es un jugador que ha madurado rápido y que después de un escándalo en que estuvo envuelto (cuando jugaba en el América y una aficionada lo acusó de agredirla con un extintor), se dedicó exclusivamente al futbol, a entrenar y jugar, ser mejor, y hasta ahora lo ha logrado. A este delantero no se le ve con extravagancias, ni con el cabello pintado, mucho menos en busca de controlar los vestuarios en los que anda. Pero justo eso también le ha perjudicado en cierta manera ante otros que perfilan su lugar o su titularidad en un equipo con base en la grilla.

En fin, con 27 años, este delantero tiene mucho por ofrecer, no solamente en su club, sino en la Selección de cara a la Copa del Mundo 2022. Y que quede claro: si se mantiene como hasta ahora, tiene que ser el titular en el proceso de Gerardo Martino para encaminarlo, a la par de su proceso, en el equipo en el que se encuentre —no sería descabellado pensar que los Wolves lo firmaron para hacer un mejor negocio con él en no mucho tiempo—, aunque esto no le parezca a quienes todavía se creen indispensables y, por el momento, no están ni cerca de su nivel.

@gvlo2008

Google News