Mientras Joaquín Guzmán Loera está a la sombra casi del olvido en una prisión de máxima seguridad de Estados Unidos, preparándose para el juicio al que enfrentará el próximo 5 de septiembre, Netflix estrena la tercera temporada de, sin duda, la mejor serie de narcos desde El patrón del mal.

Olvídense de Chapos cinematográficos de risa, Chemas de tercera, Señores de los Cielos de factura balín y actrices oportunistas en declive que querían publicidad gratis como Kate del Castillo, a costa de El Chapo.

La tercera temporada (estrenada previamente el 9 del presente por Univisión) es la vencida para siniestros personajes que anduvieron tras su legado, como el tristemente célebre ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna (que en la serie es interpretado por Humberto Busto como Conrado Higuera Sol, Don Sol), dispuesto a todo por llegar a la grande.

Siempre pisándole los talones a Guzmán Loera, Conrado aparece en 33 episodios, solamente superado por uno por Marco de la O (quien encarna al Chapo), en una serie en que la mayoría es llamado por su nombre y apellido, comenzando por Carlos Salinas de Gortari.

Con lujo de detalles y argumento que se acerca peligrosamente a la verdad de la corrupción, violencia y usos y abusos de los políticos que como sanguijuelas se pegaron a la vida de Guzmán Loera por otra clase de huesos, es exhibido el México más corrompido por el narco. Las alianzas del máximo capo de la droga en México con la DEA y con la élite descompuesta del gobierno mexicano muestran al mismo tiempo, unidad de acción como desmoronamiento interno.

Sus célebres fugas y recapturas son parte de su fenómeno mediático como su detención final y extradición a Estados Unidos, donde es casi imposible la vida de rey que llevó en las prisiones de máxima-mínima seguridad de México.

Como siempre sucede en las series (y la de El Chapo no es la excepción) en la tercera (y al parecer, última) temporada, hay nuevos personajes fáciles de identificar con la realidad; algo que no pasa en series interminables de factura chafa como El Señor de los Cielos.

Van a salir muchos trapos al sol en los nuevos capítulos que culminarán con el desplome del imperio de El Chapo, donde mujeres y allegados al capo tratarán de sacar el mejor partido o de llevar la mayor cantidad de agua turbia a su molino. Muchos personajes fáciles de identificar con la realidad y la violencia perpetua del narco, les moverán al piso a otros que permanecían fuera de foco en la guerra de las drogas.

Mientras tanto, History Channel está atizando el fuego del narcotráfico y otras actividades paralelas de la criminalidad, con los episodios de su serie Reyes del crimen, que arroja puntos de vistas muy encontrados de la vida licenciosa de Guzmán Loera, desde su perfil bajo de inicio en Guadalajara, Jalisco; hasta dominar medio mundo con sus estrategias de manufactura y entrega de Blanca Nieves, nunca antes ensayadas hasta su llegada al crimen organizado.

John Gotti (Don Teflón), Withey Bulger (y su banda criminal irlandesa que operó en Boston), Pablo Escobar y, desde luego, El Chapo Guzmán, son la carta fuerte de esta miniserie que exalta el auge y la caída de estos ejemplos que demuestran que, el crimen sí paga.

pepenavar60 gmail.com

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