Responsable desde hace más de dos décadas de los mítines políticos de Andrés Manuel López Obrador, Alejandro Esquer Verdugo se mueve con soltura dentro de la administración federal. Desde su actual posición como secretario particular del Presidente opera negocios oscuros y se colude con funcionarios para sustraer artículos del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado (Indep) que otorga contratos de Pemex en el exterior.

Tras su estridente renuncia al Indep, Jaime Cárdenas denunció que Esquer Verdugo solapó actos de corrupción en el instituto, dentro del cual se documentaron robos y negocios fuera de la ley.

‘Oscuro’ es precisamente el adjetivo que emplean los integrantes del gabinete para referirse a quien se considera uno de los hombres más cercanos a AMLO. De pocas palabras y acostumbrado a moverse en las sombras, el sonorense es el responsable desde hace más de dos décadas de los mítines políticos, incluidas hoy en día las conferencias mañaneras y eventos presidenciales.

De ahí que haya sido el elegido para renegociar junto a Manuel Bartlett los contratos de los gasoductos con empresas como IEnova, TC-Energy, Grupo Carso y Fermaca, en un momento en que la posición de partida del gobierno mexicano era, al estilo del general Lázaro Cárdenas, apostar por la expropiación de la infraestructura.

El mismo extremismo y rudeza que ha mostrado Esquer desde la conformación de la organización Honestidad Valiente, y después durante la obtención del registro de Morena, etapas en las que el militante hacía aportaciones mucho más ostentosas a su partido de lo que percibía en salario como secretario de Finanzas del organismo político.

Pero la recompensa estaría por llegar más adelante, cuando como alto funcionario de la Presidencia colocó a su hija, Carmelina Esquer Camacho, como directora de una de las subsidiarias de Pemex con mayor poder económico: Pemex Procurement International (PPI), encargada de otorgar los contratos de la totalidad de productos de importación que requiere la petrolera.

Los números lo dicen todo, pues al dirigir desde junio de 2019 una subsidiaria internacional de una empresa productiva del Estado, el cargo evade los tabuladores que prevalecen en la función pública, y se le calcula con base en los registros de la empresa un salario mensual superior a 20 mil dólares, para ejercer un presupuesto anual en compras que promedia el medio billón de dólares al año.

Si bien cuenta con una licenciatura en Negocios Internacionales por el Tecnológico de Monterrey, la currícula de Carmelina Esquer no tiene referencias al sector petrolero, y se limita a posiciones comerciales en las trasnacionales IBM y DHL desde su titulación en 2005 y hasta 2016.

De hecho, en los tiempos de Felipe Calderón, la joven Esquer Camacho fue representante de la compañía de mensajería en licitaciones del sector público, incluso para los servicios de paquetería que requirió el último presidente panista en la Residencia Oficial de Los Pinos.

Con el nacimiento de Morena y el ascenso de la influencia política de su padre, Carmelina Esquer fue incorporada en 2017 al servicio público, para recibir un salario de 50 mil pesos mensuales como asesora legislativa de los senadores del Partido del Trabajo. Para este cargo tampoco tuvo que demostrar algún tipo de conocimiento en la materia, pues bastó también la lealtad incondicional que su padre ha entregado a AMLO durante años.

Posdata


Las oficinas donde despacha Carmelina Esquer son enormes, y se las renta a un familiar de un controvertido exfuncionario de Pemex: Arturo Henríquez Autrey. A 20 minutos del lujoso The Woodlands, en Texas, la hija del secretario particular de AMLO se da la gran vida.

mario.maldonado.padilla@gmail.com
Twitter: @MarioMal

Google News