Hace exactamente un año, en esta columna revelamos que el aguerrido presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, tenía aspiraciones presidenciales. Un amigo suyo, empresario, me lo confió a inicios de 2019. “Gustavo sueña con ser Presidente y convertirse en una oposición frontal al proyecto de Andrés Manuel López Obrador”, me dijo. 

Tras la publicación, el 2 de mayo de 2019 en estas páginas, vino la portada de la revista Proceso que confirmaba las aspiraciones del empresario bajacaliforniano. “De Hoyos, opositor a AMLO, no se descarta como presidenciable”, se leía en el encabezado de la entrevista que le realizó el periodista Álvaro Delgado al empresario. 

No cabe duda que Gustavo de Hoyos ha sido el representante empresarial más crítico al proyecto de López Obrador desde la precampaña, la campaña y la transición; y lo es ahora que AMLO ejerce el poder como titular del Ejecutivo. Tampoco es secreto que le gustan los reflectores, las entrevistas en los medios de comunicación y las redes sociales. 

Abogado por la Universidad Autónoma de Baja California y con estudios de posgrado y maestría en derecho corporativo, De Hoyos es un dirigente bien articulado, incisivo, pero con argumentos y propuestas, que además se desenvuelve bien en las entrevistas con los medios de comunicación. De ahí a que tenga madera de político y conecte lo suficientemente bien con la gente para aspirar a tener cargo público, como el de gobernador o presidente de la República, ese es otro tema. 

Las aspiraciones políticas de Gustavo de Hoyos han dado al traste con su interlocución ya no solo con el gobierno federal –que es nula–, sino con una parte de los agremiados a la Coparmex y con otras cúpulas empresariales. Perseguir sueños guajiros como la Presidencia o la gubernatura de Baja California mermaron su credibilidad y, sobre todo, su representatividad de los 36 mil empresarios agrupados en la Coparmex, los cuales generan 30% del PIB de México. 

Gustavo de Hoyos, pues, es un fusible quemado para acercar o defender exitosa y legítimamente los intereses de los organismos patronales encajados en la Coparmex, al igual que le pasó a Carlos Salazar en el Consejo Coordinador Empresarial, quien no solo es visto como alguien que sigue reportándole al Diablo Fernández, mandamás de FEMSA, sino que su efímera ambición de convertirse en gobernador de Nuevo de León también terminó afectado su representatividad ante el gobierno del presidente López Obrador. 

Regresando a Gustavo de Hoyos, sus posibilidades de competir en 2024 por la silla presidencial hoy son más escasas que nunca, ya que no sólo enfrenta una desarticulación plena de los grupos opositores, sino que su marcado protagonismo amenaza con fracturar la propia estructura empresarial.

El proyecto, que en 2019 se observaba como un esfuerzo articulador de la “Derecha Religiosa”, es en la actualidad una lucha aislada de un personaje que ha fallado incluso en su intento de cohesionar a los antiguos colaboradores del expresidente Felipe Calderón; y que muy temprano en la carrera cuenta ya con derrotas políticas en sus planes de colocar funcionarios dentro del sistema electoral.

Muy lejos está también de esos cuadros que para 2021 deberían estar compitiendo por una posición en el Congreso, los cuales serían entrenados en la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, por instructores como Alejandro Poiré y hasta por el desertor de la 4T, el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa.

La fallida incorporación de Javier Lozano como vocero de la Coparmex es, sin duda, una dolorosa derrota para De Hoyos, pues más allá de la utilidad que pudiera tener el experimentado político, la pifia de la desinvitación prácticamente cierra la posibilidad de una alianza con el calderonismo y con su proyecto de partido político México Libre.

No es poca cosa el impulso que dicha alianza habría brindado al empresario con aires de presidente. Y es que Felipe Calderón no sólo se ha posicionado como la antítesis de Andrés Manuel López Obrador, sino que el michoacano, según diversas fuentes, parece haber encontrado también la fórmula para sumar a estos esfuerzos al Partido Acción Nacional.

De hecho, aseguran cercanos al CEN panista, Calderón negociaba su regreso al PAN en las últimas semanas de 2019, justo cuando se concretó en Estados Unidos la aprehensión del secretario de Seguridad en su gobierno, Genaro García Luna. Una “coincidencia” bastante oportuna para la Cuarta Transformación.

Al rompimiento político que Gustavo de Hoyos tiene con el grupo de Felipe Calderón se suma el riesgo de la división interna en la confederación patronal, manifestado en la rápida reacción que los empresarios afiliados al organismo tuvieron para evitar que Lozano se convirtiera en la voz del sector.

En cuanto a las derrotas que el proyecto denominado “Alternativa por México” ha sufrido ya en materia electoral, destaca la que le propinaron recientemente en el proceso para renovar a cuatro integrantes del Consejo General del INE; en específico en la etapa de conformación del Comité de Selección.   
 
Como parte del proyecto de este grupo de “conservadores” se intentó colocar al también profesor de la Escuela de Gobierno del ITESM, Arturo Sánchez Gutiérrez, entre los responsables de elegir a los mejores perfiles para organizar y dirigir los procesos democráticos.

Sánchez Gutiérrez buscó llegar al Comité de Selección como propuesta del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información, pero no pudo pasar siquiera de esa primera aduana.

Ese es el resultado del primer año de construcción de una candidatura presidencial que para estas fechas esperaba ya tener algunos cimientos; por el contrario, se encuentra desdibujado y con poca fuerza. Hoy las aspiraciones políticas de Gustavo de Hoyos son una fantasía, un sueño guajiro.

Accendo y Toka, por banca Fintech

La contingencia sanitaria provocada por la propagación de Covid-19 ha probado la valía de la tecnología para realizar cualquier operación sin necesidad de acudir físicamente a algún centro de compra o sucursal. Así, el mundo de los servicios financieros recibirá al que promete convertirse en el banco fintech de México. Se trata de la unión de Accendo Banco y Toka Internacional, este último con una inyección de capital de 440 millones de pesos.

Para conseguirlo, la institución bancaria al mando de Javier Reyes de la Campa pone su amplia experiencia en la digitalización; prueba de ello es la contribución que realizaron para acelerar el comercio por esta vía y, con ello, extender los esfuerzos de inclusión financiera que se realizan en el país. Actualmente centran su operación en la banca digital vía mercados, servicios fiduciarios, banca institucional y crédito a empresas medianas.

En tanto, Toka Internacional, de los hermanos Hugo y Eduardo Villanueva, es considerada punta de lanza en cuanto a medios de pago como monederos electrónicos, siendo los vales de despensa su expertise de 19 años, así como la puesta en marcha de aplicaciones inteligentes para ofrecer servicios 24/7 mediante un solo clic.

Corporativo Kosmos aclara

El miércoles publicamos que el Corporativo Kosmos, de Jorge Elías Landsmanas, recuperó el contrato de Suministros de Alimentos para Deportistas y Entrenadores de Alto Rendimiento de la Conade. El nuevo negocio que ronda 16 millones 901 mil pesos fue adjudicado a la firma Serel, filial del Corporativo Kosmos. En respuesta, la empresa explicó que retomaron ese contrato luego de que atletas de alto rendimiento denunciaran deficiencias en el servicio de alimentación, por lo que la dependencia que encabeza Ana Gabriela Guevara decidió remover al proveedor anterior, CIMSA.
 

@MarioMal
mario.maldonado.padilla@gmail.com

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