La militarización de los puertos y las aduanas anunciada por AMLO el viernes pasado, deberá pasar, necesariamente, por modificaciones a la ley. Y es que, sin menoscabo de la necesidad de que la Marina y el Ejército refuercen la seguridad y emprendan la limpieza de esos recintos infestados de corrupción, su administración corresponde, constitucionalmente, a la SCT y Hacienda, respectivamente. El propio Presidente dijo ayer que promoverá ante el Congreso las reformas necesarias.
Entonces no hay marcha atrás y eso lo confirma el hecho de que AMLO haya aceptado la renuncia de Javier Jiménez Espriú quien argumentó no estar de acuerdo con esa decisión presidencial.
La salida del gabinete del hoy ex titular de la SCT fue la más cantada casi desde el inicio del gobierno de la 4T.
A lo largo de los pasados 18 meses se especuló con los más diversos motivos. Finalmente se concretó ayer por su oposición a militarizar lo puertos, según lo explica en su carta renuncia y lo dijo el Presidente al anunciarla.
¿Será ésta una razón lo suficientemente poderosa como para romper una relación de años, habida cuenta de que Jiménez Espriú acompañó a AMLO en su proyecto político desde su primera campaña presidencial en 2006?
Cercanos al ahora exfuncionario aseguran que ya estaba cansado por su edad, pero, sobre todo, desencantado de no ser tomado en cuenta y de no poder decidir nada, supeditado, como estaba, al control ejercido por López Obrador en esa y todas las dependencias de su gobierno. Dicen que lo que más le dolía era que el Presidente no apreciara la denodada defensa que personalmente hizo de la suspensión del nuevo aeropuerto de Texcoco, lo que, aseguran, le generó gran desprestigio entre el gremio de la ingeniería.
Pero entre quienes consideran que la discrepancia sobre la militarización de los puertos fue solo un pretexto para justificar las razones personales de la salida de Jiménez Espriú, también están los que advierten que la extradición a México de Emilio Lozoya es la causa de fondo, ya que evidenciará su relación con la constructora brasileña Odebrecht mediante una empresa de la que es accionista su esposa y de la que fue director general, según denunciara el exsecretario de Hacienda, José Antonio Meade, en uno de los debates de candidatos presidenciales realizado el 13 de junio de 2018.
Se trata de la empresa petroquímica Grupo Idesa fundada en 1956 por Pascual Gutiérrez Roldán, suegro de Jiménez Espriú, y que se asoció en 2010 con Braskem, filial de Odebrecht, para operar el complejo Etileno XXI de Coatzacoalcos, construido por la brasileña con créditos de la banca de desarrollo de nuestro país y a la que los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto acordaron subsidiar durante 20 años con el suministro de etano importado.
Aunque Jiménez Espriú reconoció la participación accionaria de su esposa en Idesa, negó haberla dirigido como lo afirmó Meade quien fue –y eso no lo dijo en aquel debate presidencial- el que autorizó en 2011, como secretario de Energía y presidente del Consejo de Administración de Pemex, el contrato de Etileno XXI para Braskem-Idesa.
Instantáneas:
1. EL RELEVO. Para sustituir a Jiménez Espriú, quien presentó su renuncia el pasado 17 de julio, exactamente el día en que Lozoya llegó a México, fue designado Jorge Arganis Díaz Leal, un ingeniero civil de gran reconocimiento entre sus pares, quien fuera director general de Obras en la ciudad de México, cuando AMLO fue jefe de gobierno. Sus cercanos lo describen como un hombre congruente con sus ideas de izquierda moderada, sostenidas durante toda su carrera. Últimamente se desempeñaba como director de PTI Infraestructura para el Desarrollo, filial de Pemex creada el año pasado para supervisar la construcción de la refinería de Dos Bocas.
2. MÁS FUNCIONES. Dicen los que saben que, la gran cantidad de funciones encomendadas a las fuerzas armadas obligará al alto mando a echar mano de militares en retiro para que se ocupen de puertos y aduanas.
La Marina a los puertos y el Ejército a las aduanas. En este último caso jugará un papel crucial el general de división Homero Mendoza, jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, segundo en mando en cuanto a decisiones operativas. Su Sección Primera, encargada de los recursos humanos del Ejército, será la que proponga ternas de militares en retiro para ocupar los puestos requeridos. Claro que la última palabra la tendrá el general secretario Luis Cresencio Sandoval.
3. BUENAS. Esta semana cierra con dos ejemplos de que es posible tomar decisiones por consenso, aún en medio de la polarización política que se ha agudizado con el muy tempranero ánimo preelectoral. Una fue la del anuncio de una iniciativa de reforma al sistema de pensiones que deberá procesar el Congreso pero que, de entrada, fue elaborada y avalada por el gobierno, los empresarios y los trabajadores. De su contenido ya habrá oportunidad de comentar en próximas entregas;
4. LA OTRA fue la elección consensuada de los cuatro nuevos consejeros electorales que ayer rindieron protesta ante el Consejo General del INE. Ni se impusieron los morenistas radicales ni la oposición a ultranza. La percepción es que la Cámara de Diputados eligió a quienes, por sus méritos, no por cuotas partidistas, llegan a esas posiciones cruciales para la democracia. Imposible que en lo personal no se identifiquen con posiciones ideológicas, pero su obligación, para eso juraron, es la de ser autónomos e imparciales. Carla Astrid Humphrey Jordan viene de la dirección general adjunta de la UIF de Santiago Nieto, pero ha estado muy cerca de las estructuras panistas desde que era esposa de Roberto Gil Zuarth y tiene méritos propios en materia electoral a lo largo de su carrera. Fernando Faz Mora, formado en el movimiento democrático que encabezó en San Luis Potosí el doctor Salvador Nava, ha tenido una participación importante en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza Javier Sicilia. Norma Irene de la Cruz Magaña fue asesora del gobernador morenista de Chiapas, Rutilio Escandón, pero tiene gran experiencia como observadora electoral de la Agencia Internacional de Desarrollo. Y Uuc–Kib Espadas Ancona es un exdiputado perredista que nunca ha ocultado sus simpatías por el proyecto de López Obrador.
5. EL REGAÑO. Aunque el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados sacó en tiempo de reposición los nombramientos de los consejeros electorales, no consiguió un nuevo periodo extraordinario de sesiones para procesar iniciativas de fundamental interés para AMLO: la de la Ley de Presupuestos y Responsabilidad Hacendaria que le da poderes para disponer de fondos en situaciones de emergencia, la de extinción de Fideicomisos y la de Remuneraciones que fija el salario del presidente para que ningún funcionario público gane más que él. Por eso fue el regaño del Presidente el miércoles pasado en el que de paso machucó al presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, Ricardo Monreal quien sacó adelante en período extraordinario las leyes que armonizan el T-MEC y consiguió convocar a otro para atender iniciativas pendientes: el permiso para que tropas mexicanas salgan del territorio nacional para participar en un encuentro internacional promovido por Rusia, el nombramiento de la directora o director del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, la elección del magistrado de la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, la iniciativa que crea la Ley General de Salud Mental, la que reforma la Ley General de Salud en materia de prevención del suicidio, la ratificación de personal diplomático de Belice, Irán, Serbia y España, y las reformas en materia de prisión preventiva oficiosa. Así que el regaño fue para Delgado, no para Monreal.
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