Andrés Manuel López Obrador dice que los inversionistas confían en su gobierno. Que la apreciación del peso en lo que va de su administración y las cartas que le escribe el CEO del poderoso gestor de fondos BlackRock, Larry Fink, son prueba de ello.

Lo cierto es que en lo que va de su gobierno no han habido grandes anuncios de inversión. Más aún: sólo 5% de los especialistas del sector privado consultados por el Banco de México considera la coyuntura actual como buen momento para invertir y sólo 16% piensa que el clima de negocios mejorará en los siguientes seis meses. Son datos lacerantes para la credibilidad de una nueva administración.

Por supuesto que no sólo los cambios de dirección en las políticas económicas y los modos de hacer política de la Cuarta Transformación han influido en la desconfianza de los inversionistas; también la lenta ratificación del T-MEC y los sobresaltos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, juegan en contra. Pero se percibe un cambio: antes, el entorno internacional pesaba más en la certidumbre de los inversionistas, pero ahora son las decisiones del gobierno de López Obrador las que más preocupan.

La encuesta de Banxico, realizada entre el 16 y 29 de abril, muestra que 58% de los especialistas considera que la coyuntura actual es un mal momento para realizar inversiones. Se trata de la proporción más alta recabada por esta encuesta en 14 meses.

Entre los factores que los especialistas ven está el repunte de la incertidumbre por la política interna, con 19% de las respuestas; este indicador aumentó por segundo mes consecutivo a su nivel más alto. Le siguieron la inseguridad pública, con 19%, la producción petrolera y el respeto al Estado de Derecho.

Todo esto se conjuga con la caída de 0.2% del PIB en el primer trimestre y un Plan Nacional de Desarrollo que más que presentar una visión clara de cómo se pretende alcanzar la utópica cifra de crecimiento económico de 4% o 6%, se basa en conceptos ideológicos.

Hace unos días entrevisté al presidente del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), Antonio del Valle Perochena. A pesar del optimismo del líder del club de los ultrarricos de México, noté en sus palabras lo que los empresarios menos políticamente correctos opinan: que el nuevo gobierno no ha dado señales de certeza ni de respeto pleno a las instituciones y al Estado de derecho.

A la pregunta de cómo el CMN va a lidiar con eso y cuáles son las acciones que deben implementarse para lograr que fluya la inversión privada, el empresario dice que el propósito del consejo es fomentar prosperidad y por ello hay seis puntos que deben cumplirse.

Entre los ejes de acción está como número uno sentar las bases para generar confianza, “porque sin confianza no hay nada”; el segundo es seguridad y justicia.

“En un país donde no hay un Estado de derecho es imposible generar confianza y por lo tanto no hay inversiones, no hay crecimiento y no hay prosperidad”.

El tercer eje es educación con calidad. “Estamos convencidos de que para tener prosperidad la educación es indispensable para el país; por eso el Consejo ha participado desde hace mucho tiempo, directa o indirectamente, en mejorar la calidad de la educación en el país”.

Para Antonio del Valle, la recién aprobada reforma educativa es positiva, algo que sorprende por el activismo de figuras del CMN, como su expresidente, Alejandro Ramírez, y Claudio X. González, en este tema. Pero es parte del cambio de liderazgo y las nuevas formas que se pretenden adoptar.

El cuarto eje se denomina empresas comprometidas con el país. Este aplica más a la iniciativa privada. “Queremos dejar claro qué agregan los empresarios al país”, dice Del Valle, y se sincera: “Creo que los empresarios hemos sido muy malos comunicando el beneficio que generamos en la sociedad”.

Los empresarios, grandes, medianos y pequeños, generan 88% de la economía. Siete de cada ocho pesos que se invierten provienen de la iniciativa privada.

El quinto eje se denomina libertades y democracia. “Nosotros estamos a favor de la libertad de empresa, la libertad económica (o sea, el neoliberalismo) y por supuesto estamos convencidos que el mejor sistema político es democrático, la democracia representativa, y pues abogamos y trabajamos por fortalecer las instituciones que garantizan nuestra libertad y nuestra democracia”.

El sexto postulado es México en el mundo y la promoción de la inversión. Las empresas del CMN participan en más de 87 países. “Somos un ejemplo de mejores prácticas en muchas cuestiones; el reto es cómo aprovechar esas ventajas que tienen las empresas del consejo para llevarlas a empresas medianas y empresas pequeñas dentro del país para que puedan exportar o atraer inversiones”.

Sobre el cambio de modelo económico que propone el nuevo gobierno y la supuesta abolición del neoliberalismo, el también presidente del Grupo Kaluz dice que todos los empresarios están de acuerdo en enfocarse en los más vulnerables, en los que no han tenido acceso a oportunidades en México.

“Desafortunadamente han habido los que han tenido acceso a oportunidades y los que no han tenido oportunidad alguna. Eso tenemos que cambiarlo y hoy es una oportunidad para lograrlo”, concluye.

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