Las grandes proporciones de humo que arrojan los incendios en Australia han llegado hasta la estratosfera y vienen recorriendo varios kilómetros. De esta manera, afectan severamente las condiciones atmosféricas de todo el planeta.

La NASA, que cuenta con una flota de satélites que rastrean “los aerosoles” y el humo de los diversos incendios forestales que ocurren en Australia, advirtió que el desastre no solamente es local sino que se expande por el mundo.

Durante la semana pasada, los satélites de la NASA han observado una cantidad extraordinaria de humo inyectado en la atmósfera desde los incendios australianos y su posterior dispersión hacia el este", agregó la agencia del gobierno estadounidense.

La NASA agregó que las observaciones de su satélite Calipso “muestran columnas de humo que alcanzan los 17,7 km verticalmente en la estratosfera inferior desde algunas tormentas de fuego enérgicas”.

La situación en Australia, las altas temperaturas y la preocupante sequía en su territorio, han hecho que se formen de manera inusual los eventos de pirocumulonimbos (pyrCbs). Estos son principalmente tormentas eléctricas que son ocasionadas por el fuego.

Además, se forman por la subida de cenizas, humo y los materiales que traen consigo las llamas. Al enfriarse, se logra crear nubes que tienen el comportamiento de tormentas eléctricas tradicionales sin la precipitación debida, aseguró la NASA.

Por ende, la formación de PyroCb generan un largo camino para que este humo de los incendios ascienda hasta la estratosfera (16 km de altitud). Al llegar a este punto, se emprende un viaje de miles de kilómetros desde su núcleo original y produce un severo impacto en las condiciones de la atmósfera.

Las consecuencias que genera este tipo de eventos aún están siendo materia de estudio.

Rastreo de la NASA

La NASA viene controlando el movimiento de estos humos australianos que han logrado ascender con los eventos de los pyroCbs. Actualmente, se sabe que tiene un fuerte impacto en Nueva Zelanda, generando inconvenientes en la visibilidad de la nieve en las montañas y en la calidad del aire.

Sin embargo, el problema no quedará en Nueva Zelanda. Hasta hace unas horas, el humo recorrió la mitad de la Tierra, atravesando Sudamérica. Esto genera que el cielo se vuelva nebuloso y cause imponentes amaneceres.

Especialistas han indicado que el humo puede completar su viaje alrededor de la Tierra hasta llegar a Australia.

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