El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registró que entre agosto y octubre de este año hubo 18 mil 616 mujeres víctimas de siete delitos diferentes.

El documento Información de violencia contra las mujeres, que se actualiza la última semana de cada mes, detalla que el ilícito más frecuente fue el de lesiones dolosas, que concentró 89% de los incidentes.

Además de ser el delito más cometido, las cifras del SESNSP permiten ver que las lesiones dolosas fueron al alza entre septiembre y octubre, lo cual podría permitir que haya más casos de este tipo ahora con relación al año pasado.

A las lesiones dolosas le siguieron otros ilícitos como extorsión, con 804 casos; homicidio doloso, 706; feminicidios, 250; trata de personas, 128; secuestro, 91, y tráfico de menores con dos casos.

De todos estos delitos, el secuestro, el tráfico de menores y las extorsiones también presentaron una tendencia al alza, mientras que los homicidios dolosos y feminicidios disminuyeron en este periodo.

En las últimas semanas se han dado a conocer dos casos en la Ciudad de México que reflejan las consecuencias de estas cifras: primero fue el de Abril Pérez Sagaón, presunta víctima de feminicidio, y luego el de Laura Karen Espíndola, quien supuestamente habría sufrido un secuestro a manos de un taxista.

En el caso de Abril Pérez se presume que su expareja y ex-Ceo de Amazon, Juan Carlos García, está involucrado en el ataque. El caso se hizo mediático porque se dio a conocer que el sospechoso ya había estado en prisión por golpear a la hoy fallecida; sin embargo, un juez capitalino ordenó su liberación.

En cuanto a Laura Karen, en los últimos dos días trascendió en redes sociales su presunto secuestro a manos de un taxista. Las alarmas se encendieron inmediatamente debido a las constantes crisis que las mujeres reciben en la capital del país.

Aunque las autoridades sólo tienen disponible información sobre la violencia hasta octubre, especialistas en temas de seguridad han estimado que 2019 podría convertirse en el año con más víctimas de homicidio doloso y feminicidios.

Sandy Muñoz Miranda, investigadora de temas de género de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), consideró que la violencia contra las mujeres no ha sido frenada porque el marco normativo, aunque es robusto, no ha sido implementado correctamente.

Además, alertó sobre otros ilícitos como el acoso y el hostigamiento, que también afectan a las mujeres en los espacios públicos, educativos y laborales, principalmente.

“Seguimos en una situación grave de violencia contra las mujeres, el avance de las políticas de género y la disminución de delitos como el acoso, el hostigamiento o la violación ha sido muy lento por muchos factores, entre ellos, la falta de educación, que es lo que hemos criticado mucho”, aseveró la experta.

Sandy Muñoz celebró que se sigan aprobando legislaciones como la Ley Olimpia en la Ciudad de México, con la cual se reconoció la violación a los derechos humanos del sector femenino en el ámbito digital.

“Tenemos normas novedosas y vigentes, lo que falta es sensibilización de servidores públicos, porque tienen un rol importante. La cuestión normativa en algunas ocasiones dista de la cuestión fáctica, a veces decimos que el marco legal está en continuo movimiento, cuando en realidad no se ajusta a la sociedad”, criticó.

Sumado a las cifras del SESNSP, este diario dio a conocer el pasado 25 de noviembre que más de 406 mil agresores contra mujeres fueron identificados por la Secretaría de Gobernación en los últimos 12 años.

Estos agresores, se indicó, cometieron 93% de sus ataques en el ámbito familiar, lo cual fue criticado por las expertas debido a que el hogar debería ser un lugar seguro.

Sobre la violencia, Ana Yeli Pérez, asesora jurídica del Observatorio Nacional Ciudadano del Feminicidio, aseveró que los ataques contra este sector de la población ha crecido en un ambiente de discriminación e inseguridad pública.

“El incremento de violencia generalizada en un contexto de discriminación contra las mujeres y criminalidad es una realidad. También hay otras problemáticas que complejizan la violencia de género, que es un tipo de violencia diferente a la generalizada y está motivada por la discriminación, así como por el crimen organizado, el narcotráfico y la trata de personas”.

La experta en Derecho explicó que el número de casos de lesiones dolosas suele ser alto debido a que los ministerios públicos tipifican de esa manera otro tipo de agresiones.

“Las lesiones dolosas en ese sentido invisibilizan otros tipos de violencia y también afectan a prevenir las agresiones contra las mujeres, debido a que no permite entender cómo están funcionando los otros delitos que se están cometiendo”, aseveró Ana Yeli.

Añadió que las recientes movilizaciones de mujeres son “una expresión de hartazgo de la población femenina o de un sector, y son movimientos legítimos, consecuencia de muchas omisiones y casos que se han visibilizado en los últimos meses”.

Opinó que a la larga estos movimientos sí tendrán un efecto positivo en la reducción de los casos de violencia de género; sin embargo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene el reto de hacer funcionar instituciones como la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), que ha sido criticada por varias organizaciones por presuntamente obstruir la implementación de las alertas de género.

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