Es una cobardía no hablar en el tiempo justo, cuando pasan las cosas.

Ante las múltiples bajas de la Selección Mexicana para la Copa Oro, seis en total (algunas por lesión, otras por enfermedad y algunas más por capricho), hay quienes se envalentonan y hablan a toro pasado, como si fuera válido.

Seguro, Javier Hernández no la está pasando bien. Se le notó en una entrevista que dio a Fox Sports, en la que se dedicó a despotricar contra lo que ha vivido. Claro, como ahora no es parte de la Selección, es fácil emitir juicios de valor y no recordar los privilegios que tanto disfrutó. Asegura que “venimos de una cultura sumisa, y confundimos que a veces hablar te hace mamila, agrandado y grillero, la gente lo confunde”. Es correcto, pero por qué no cuenta cuando Juan Carlos Osorio y Decio de María le permitieron que en los mismos hoteles donde se hospedaron en la Copa América Centenariotuviera privilegios, como dejar que su novia y amigas se quedaran ahí y, como era reportera, entraba al entrenamiento completo y tuviera entrevistas exclusivas.
Eso no lo recuerda.

Qué se puede esperar de alguien que declara: “He jugado en los mejores clubes del mundo, tengo el dinero que toda la gente puede soñar, la fama que mucha gente quisiera. En lo futbolístico, ganado Premiers, jugado Mundiales, el máximo goleador”.

¿De verdad ser futbolista exitoso te lleva a pensar que eres un superhéroe estilo Marvel o simplemente es la petulancia, soberbia y falta de cultura deportiva que tiene un atleta que no supo ni sabrá manejar el éxito? Qué caso tan extraño a días del arranque de la Copa Oro, a la que él renunció jugar por una causa muy justificable. ¿Era el tiempo para decir esto?

Sobre la prensa: “Viven en el día a día, y deben sacar notas... Como que el Chicharito es gay, porque —si no— los corren”. Sólo recordarle que México es un país pobre, en el que la gran mayoría vive al día. No todos son multimillonarios, como él presumió.

Curiosamente, a los que ventanearon en la fiesta previa al Mundial de Rusia, dejan por alguna razón a la Selecciónen Copa Oro.

Y así como Hernández, también lo hizo Ricardo Osorio, quien en ESPN se fue contra Hugo Sánchez, recordando pasajes después de la Copa Oro 2007, cuando el entonces entrenador les quiso obligar a jugar la Copa América que se disputó posterior a la final perdida contra Estados Unidos. Les molestó a varios involucrados que Hugodijera públicamente que no quisieron viajar a Venezuela, cuando realmente tenía razón el hoy analista de televisión.

Son sólo ejemplos de gente que maquiavélicamente aprovecha la coyuntura. Nada tienen que ver las bajas de Hirving Lozano, Miguel Layún, Iván Rodríguez y hasta la de Marco Fabián con las de Jesús Manuel Corona, Héctor Herrera y Hernández. El único que ha tenido la valentía de decir frontalmente sus conceptos es Carlos Vela.

El área de oportunidad es gigantesca para Gerardo Martino, a quien sólo le bastaron unos meses en el cargo para darse cuenta de con quién sí puede contar, porque está claro que hay algunos que no volverán a vestir de verde. Porque nadie, sea quien sea, debería autodescartarse o autoconvocarse. Para eso está el entrenador.

@gvlo2008

 

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