Una reverenda falta de respeto para futbolistas profesionales. Ocho horas de retraso para hacerlos viajar de Denver a Charlotte porque el vuelo charter contratado por la Concacaf tuvo una falla en un neumático, pero eso sí, en ese mismo avión lograron salir temprano Canadá y Cuba; los del martirio fueron mexicanos y Martinicos.

La logística de la Copa Oro es caótica, los hace viajar de lado a lado de Estados Unidos, con usos horarios diferentes, altitudes extremas que van desde el nivel del mar hasta la ciudad más alta del país. No se conforman con ganar y ganar millones de dólares explotando a la Selección Mexicana haciéndola viajar más de diez mil kilómetros, sino que no protegen su producto como debieran.

Nada costaría hacer el torneo en una sola parte del país, al fin que tienen a la Selección cada año por seis partidos a lo largo y ancho de Estados Unidos; lo mínimo que podrían demostrar es que el dinero no lo es todo, y que una fase de grupos se pueda disputar en ciudades cercanas, al final del día sería lo mismo; donde se presenta la Selección genera entradas de 50 mil aficionados para arriba. Sólo en los dos partidos que llevan disputados han generado más de 12 millones de dólares en la venta de entradas en los estadios con alrededor de 120 mil aficionados que han acudido en Pasadena y Denver.

Así que, si pusieran un partido, por decir una idea, en San Diego, otro en Santa Clara y uno más en Phoenix, las entradas serían igual de exitosas y el desgaste de los futbolistas sería menor.

Llegar a las 3 de la mañana para cualquier equipo es mortal. Sobre todo cuando el retraso no permite hacer una planeación adecuada de lo que se tiene que hacer, ya que como en este caso, estaban a la espera de que les confirmaran en qué momento saldrían rumbo al aeropuerto de Denver.

Es decir, no tenían la posibilidad para moverse con libertad.

Gerardo Martino debe estar fúrico, esto es una bajeza, porque además de todo no se pudieron quedar en Denver para entrenar el viernes temprano, debido a que la utilería se fue en el primer vuelo, así que estaban varados y sin la vestimenta necesaria para por lo menos aprovechar el tiempo, que fue totalmente perdido.

La Copa Oro representa más vuelos y más distancias que una Copa del Mundo; ilógico tratar a la Selección como si fuera una caravana de circo, una total falta de respeto. Tienen torneo cada dos años en este país, así que es tiempo de que si la Concacaf quiere de verdad a México que los trate con respeto, que no les haga esta bajeza y que los deje navegar con tranquilidad y buena organización en un torneo que es un dolor de muelas para muchos de los que hoy integran la Selección Nacional.

En Denver estuvieron Yon de Luisa y Mauricio Culebro, coyuntura perfecta después de lo vivido en el hotel Marriott de Boulder, Colorado, de dar un golpe de autoridad ante dirigentes del área que solamente ven a la Selección Nacional con símbolo de dólares, nunca les importa lo que realmente pasa con México.

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