No cabe duda, Rockstar es una empresa líder y por mucho en el tema del desarrollo de videojuegos. Creo sin mucho temor a equivocarme, que esa es la principal razón por la cual publican con tanto tiempo entre juego y juego.

61 horas: eso me llevó para poder terminar Red Dead Redemption 2, el lanzamiento de Rockstar de 2018 y en el cual trabajaron aproximadamente ocho años, 61 horas de gozar un juego, de emocionarme con su historia y de querer cabalgar más.

Muchas críticas al juego han venido de su aspecto “realista” de intentar dibujar el viejo oeste. Se ha dicho mucho sobre los grandes trayectos que hay que hacer a caballo y la inversión de tiempo en actividades cotidianas en un juego como el obtener recursos, ya sea de los animales muertos o de los cadáveres en el campo de batalla.

Y sí, es verdad, en esos dos puntos la crítica tiene razón, no mienten, pero al menos para mí son dos puntos que aplaudo y no crítico.  Me gusta que el juego intente ser “realista”, me gusta un juego que te invite a la observación, me gusta un juego para perder un poco el tiempo entreteniéndome con actividades “absorbe - minutos”.

Ahora bien el juego invita a eso, a invertir horas y horas en su desarrollo generando decenas de misiones secundarias que te distraen muchas veces de la historia principal; incluso podemos decir que a veces son misiones tan interesantes que parecen más atractivas que las principales. El juego está hecho para invertir horas, eso a veces no es algo plausible en estas épocas.

La ambientación es simplemente espectacular, tanto gráficamente como en el sonido, el juego cumple notablemente con transportarte al viejo oeste; la soledad del camino o el bullicio de la ciudad son elementos que le van a dar atmosferas completas a cada ambiente en el que nos desarrollemos. Mencionó aparte la música y esos pequeños puentes que a veces aparecen para hacer las cabalgatas o los momentos de tensión más entretenidas y sensibles.

En los puntos malos podemos resaltar el control con movimientos toscos y torpes que aparecen en múltiples momentos, en especial cuando estamos dentro de los edificios. En el manejo de las armas tendremos otro problema: mala dirección y a veces hasta falta de oportunidad de disparar en espacios cerrados son los enemigos verdaderos, sin embargo, y sin otorgarles el perdón, esto no es nuevo en los juegos de Rockstar: tanto Red Dead como GTA sufren continuamente de este tipo de cosas.

Lo mejor que tiene Red Dead Redemption 2 es sin duda su historia, un camino que va preparando todo para un final muy anunciado y que no defrauda al que se enamora de la vida de Arthur Morgan. Seis capítulos y dos epílogos son brillantemente utilizados para contar una historia lineal que parece muy personal en cada jugador, la coreografía es perfecta y de pronto estamos enlazando la precuela con la secuela.

En fin, no hay duda que Red Dead Redemption 2 es un imprescindible de esta generación, un juego que debe estar en el catálogo de todos los poseedores de PS 4 o Xbox One, un juego que quedará en la mente de muchos durante muchos años más. A disfrutarlo y a emocionarse, pónganse las botas, monten su caballo y entreténganse... vayan al viejo oeste.

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