El llamado Grupo Élite, brazo armado del Cártel Jalisco Nueva Generación, difundió el pasado 8 de agosto un video, de casi dos minutos, cuyo fin era informar “a la sociedad y empresarios en general” que al grupo criminal encabezado por Nemesio Oseguera, El Mencho, le había “complacido” la captura de José Antonio Yépez Ortiz, El Marro.

Como de costumbre, hombres poderosamente armados, encapuchados, que portaban equipos tácticos y se desplegaban tras una manta que ostentaba el rostro del Mencho y las siglas del CJNG, se “comprometieron” ante las autoridades y el pueblo de Guanajuato “a mantener el estado tranquilo y en paz”-

La felicidad, ofrecida por el Cártel Jalisco:

“Podrán vivir tranquilos y tener la seguridad de que mantendremos la paz y la seguridad”, señaló el encargado de leer el comunicado del grupo criminal.

En dicho comunicado, el CJNG se comprometió también a no emprender represalias o persecuciones contra la familia del Marro, ni contra quienes lo apoyaron:

“Empresarios de Guanajuato, nosotros no los haremos correr, tengan la tranquilidad de mantenerse en este bello estado; y aquellos que corrieron por temor, pueden regresar con la tranquilidad de saber que su estado ha sido liberado de las malas acciones que afectaron al pueblo”.

Unos días más tarde, el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, aseguró tras la captura del Marro los homicidios se habían reducido considerablemente en el estado, en 50 por ciento.

Un día después de la declaración siete hombres fueron ejecutados en una comunidad de Jerécuaro, y abandonados en la carretera que va a Apaseo el Alto. En solo una semana se registraron 70 homicidios en la entidad.

En los últimos días de julio, el Cártel Jalisco había ofrecido en redes sociales un conjunto de recompensas a cambio de información “útil y veraz para dar con la ubicación” de un grupo de enemigos.

Encabezaban la lista Nicolás Sierra Santana, El Gordo; Homero González Rodríguez, El Gallito, y Juan José Farías, El Abuelo, por quienes se ofrecían recompensas de hasta cinco millones.

“Tu denuncia es confidencial, contáctanos”, se leía en el mensaje.

El Cártel ofrecía también recompensas de hasta dos millones y de hasta de un millón de pesos, por información sobre el paradero de otros líderes criminales: César Sepúlveda, El Botox; Alfonso Fernández Magallón, Poncho La Kirigua, y Juan Manuel Montero, El Seco, entre otros.

Todo esto ocurría en medio de informes que hablaban de un intento fallido del CNJG por entrar en Ahuijullo, Jalisco, y de ingresar también en Tepalcatepec, Michoacán: los enfrentamientos consiguientes, que habrían durado toda una noche, fueron reportados por vecinos de la zona limítrofe entre ambos estados.

Precisamente en Michoacán, en donde el CJNG tiene frentes abiertos con los Viagras, la Guardia Michoacana, los Blancos de Troya y la gente del Abuelo Farías, los homicidios tuvieron un repunte alarmante durante el primer semestre de 2020 (993) frente al primer semestre de 2019 (685).

Diez días antes de la incursión fallida en Auijullo, las redes habían enloquecido en solo unos minutos con la difusión viral de un video en que el que, con tiros al aire y gritos de “¡Pura gente del señor Mencho!”, el supuesto Grupo Élite del CJNG presumió al menos 20 vehículos entre los que figuraban 9 pick ups, una Hummer y 3 Jeeps blindados, así como un arsenal que incluía un ametralladora antiaérea, 10 fusiles Barret calibre 0.50, 54 fusiles de asalto y seis lanzagranadas: “un total de 80 armas, y 75 personas visibles”, según el reporte de la Sedena.

El Centro Nacional de Inteligencia también había tenido noticias del Cártel Jalisco. Las tuvo a mediados de junio e indicaban, como se sabe, que una célula del CJNG había llegado a la capital del país para atentar contra dos probables objetivos: Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, y contra Omar García Harfuch, secretario de Seguridad de la ciudad de México.

El 26 de junio los emisarios del CJNG emboscaron a García Harfuch en Reforma y asesinaron a dos de sus escoltas, uno de los cuales recibió casi 40 tiros. El secretario sobrevivió, con la rodilla, el brazo y una clavícula destrozados.

Hoy se sabe que la presencia criminal del CJNG se extiende a lo largo de por lo menos 20 estados. Es probable que solo en sus mejores días el Cártel de Sinaloa haya alcanzado tal predominio.

Lo que tal vez no había tenido nadie, lo tiene ahora, sin embargo, todo junto, el Cártel Jalisco. Atentados, incursiones a tiros, exhibición mediática de músculo, ofrecimientos de recompensas, compromisos con las autoridades, la ciudadanía y los empresarios, de “garantizar la paz y la tranquilidad”.

La felicidad que ofrece el señor Mencho hoy la encuentra uno hasta en la sopa.

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