Mucho se ha escrito de Sergio Carmona Angulo, conocido como el Rey del Huachicol. Unos especulan sobre su rompimiento con el PAN en Tamaulipas, otros sobre su resurgimiento en ese estado, hay quien se sorprende con su llegada a Morena y algunos más con el nivel de poder que adquirió en tres años de la presidencia de López Obrador. 

En este serial de Historias de Reportero, con base en conversaciones off the record con una decena de fuentes gubernamentales y del partido en el poder, se desmenuzarán la ruta y los alcances del hombre que con ráfagas de dinero ilícito logró penetrar y contaminar las más altas esferas del poder en México; el derrotero del hombre de negocios y mecenas de Morena que en su momento de mayor gloria —el año pasado— fue ejecutado, pero cuya herencia sigue significando millones de dólares. 

Sergio Carmona Angulo era un exitoso empresario de peso medio en Tamaulipas. Se dedicaba a la construcción, transporte e importación de mercancías desde tres compañías: Grupo Industrial Joser, Consultoría Reymar y Grupo Industrial Permart. 

Con los recursos que sus empresas le significaban, en 2016 apoyó la candidatura del panista Francisco García Cabeza de Vaca para la gubernatura de Tamaulipas. Agradecido, al ganar, Cabeza de Vaca le prometió contratos de obra pública y proveedurías en el estado. No llegaron al ritmo que Carmona esperaba: le incumplió los jugosos contratos por más de mil millones de pesos que tenía en mente. Carmona rompió con Cabeza y rompió con el PAN. 

Tras esta fractura, Sergio Carmona busca un acercamiento con Morena. Su puerta de entrada fue Américo Villarreal, actual gobernador electo, junto con dos personajes muy cercanos a él: Erasmo González Robledo y José Ramón Leal, cuñado de Cabeza de Vaca pero morenista y muy amigo del senador Gabriel García, operador financiero de López Obrador durante la campaña presidencial y los primeros tres años de administración. 

Con la camiseta guinda bien puesta, Carmona financia a Morena y opera para la campaña de 2018. El grupo que le abrió la puerta escaló en la pirámide del poder: Américo Villarreal se volvió senador, Erasmo González obtuvo una diputación y a Gómez Leal lo nombraron “superdelegado”. 

En agradecimiento por sus “aportaciones”, y aprovechando su más alta posición política, este grupo lleva al Rey del Huachicol a la esfera nacional. Durante los primeros dos años del gobierno de López Obrador, se documentó que Carmona Angulo recibió contratos por más de 330 millones de pesos a través del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SCT). Nada mal para un hombre que trató de disfrazar con negocios lícitos que era el principal capo de la mafia del huachicol, que había sido erradicado según el gobierno en el que había logrado poner un pie, según el partido al que empezaba a enamorar con su dinero. 

Pero cuando realmente escaló su influencia política y económica fue cuando le abrieron las puertas de la Secretaría de Gobernación. 

De eso platicaremos en la siguiente entrega.

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