La solidez que la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, muestra en su relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador empieza a contrastar con la debilidad que ella misma transmite en las estructuras de poder capitalinas, en las que el integrante de la familia presidencial, Andrés Manuel López Beltrán, y el consejero jurídico federal, Julio Scherer Ibarra, se reparten en los hechos el control político y económico.

Como hemos comentado en este espacio, el segundo integrante de la dinastía López Beltrán se ha consolidado, según la propia militancia de Morena, como el principal operador de la política en la capital del país; en especial dentro del Congreso local, donde el total de las iniciativas de la bancada que lidera Ricardo Ruiz llevan la aprobación del pequeño Andrés Manuel, no así la de Sheinbaum Pardo.

En el sector económico las cosas son todavía más interesantes, pues en un entorno empresarial en el que prevalecen diversos cuadros encumbrados desde la Jefatura de Gobierno de Marcelo Ebrard, se observa una lealtad mutua con el hoy titular de la Cancillería, misma que se deposita en quien por aquellos tiempos fuera uno de sus más cercanos colaboradores en materia de negocios: Julio Scherer Ibarra.

Aquí le hemos relatado el tema de la compañía de estacionamientos Copemsa, de Jorge Martínez, que creció al amparo de la familia Ebrard en la trasnacional Walmart y en el Distrito Federal gobernado por Ebrard; lo anterior con la liberación de la tarifa de estacionamientos y el endurecimiento de sanciones a vehículos estacionados en la calle.

Copemsa es la misma que en las épocas de la 4T, con renovados bríos y relaciones, busca hacerse en tribunales de la administración de más de 3 mil cajones de estacionamiento en la Central de Abastos y del peaje de los más de 60 mil vehículos que diariamente ingresan al lugar.

El caso de la industria de la Publicidad Exterior es quizá el más relevante, ya que en medio de una multicitada cruzada que Sheinbaum emprendió contra los anuncios espectaculares ubicados en azoteas, se percibe la inmunidad de aquellos grupos que incrementaron su patrimonio con Marcelo Ebrard y que hoy cuentan con la protección del Consejero Jurídico de la Presidencia.

Destaca por ejemplo el corporativo ISA, empresa que administró la mayor cantidad de espacios publicitarios del Distrito Federal en los tiempos de gobierno del canciller y que se afianza durante esta administración como la operadora publicitaria del metro y de los túneles vehiculares en las principales avenidas de la ciudad.

Los propietarios de la compañía, Hugo Raúl Camou, se muestran también en la actualidad como personajes cercanos al gobierno en turno; en especial dentro del ámbito federal, incluso con la reciente tarea de brindar difusión en sus espacios a los mensajes del Primer Informe de Gobierno, con transmisión directa en las pantallas del metro.

Vale la pena mencionar también entre los empresarios que, con el arribo de la Cuarta Transformación, recuperaron sus bonos en la CDMX al propietario de la firma Publicidad Rentable, Ricardo Escoto, quien estuviera bajo la lupa de la Unidad de Inteligencia Financiera de Felipe Calderón, en 2011; esto ante la sospecha de que triangulaba recursos desde el gobierno de Ebrard para financiar campañas políticas.

Esta misma empresa es la que, según el Padrón de Anuncios Publicitarios de la Seduvi capitalina, mantiene hasta 40% de sus anuncios sobre inmuebles habitados, mismos que, aún contra las arengas y voluntad de la actual jefa de gobierno, parece que se quedarán en esa misma condición.

Revisan calidad del cemento. El Centro de Normalización y Certificación de Productos (CNCP), filial del organismo NYCE que lidera Carlos Pérez, tiene todo listo para poner en marcha la operación de su nuevo laboratorio en el área de la construcción, mismo que demostrará mediante diversas pruebas la calidad del cemento, y vaya que es un material que cobra relevancia, pues se estima que la capacidad de producción de este insumo supera los 50 millones de toneladas anuales, con una infraestructura de 30 plantas de producción y más de 90 mil trabajadores.

Datos del Centro de Estudios Económicos del Sector de la Construcción refieren que del total de la facturación de la industria cementera a nivel nacional, poco más de 132 mil millones de pesos se destinaron a la obra privada, y una inversión de 79 mil millones fue a obra pública, tan sólo en los primeros cinco meses del año en curso.

Con este servicio, el CNCP realizará pruebas de tipo mecánico, físico y químico al cemento, mismas que servirán para analizar condiciones de dicho insumo, como la resistencia a la compresión, la sanidad, su consistencia y su tiempo de fraguado, lo cual definitivamente brindará seguridad a las construcciones del país.

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