El silencio es la peor señal de consentimiento, de aceptar y agachar la cabeza. No por no reconocerlo deja de existir, mucho menos de preocupar y —sobre todo— de desestabilizar a una Comisión de Arbitraje que, desde que implementó el VAR, no ha hecho más que ridículos constantes.

El grave caso de Juan Joel Rangel Maya, árbitro VAR en el partido Xolos vs América, quien se dio a conocer que también forma parte de la nómina en la escuela del Sistema Nacional de Capacitación (ENC) campus Tijuana, —la cual administrativamente maneja el equipo fronterizo—, es digno de una revisión profunda en la operación de una Comisión de Arbitraje que muestra una falta de capacidad brutal.

Si es por ahorrarse el viaje de otro árbitro VAR a los partidos en Tijuana, es lamentable que no se hayan dado cuenta de que han caído en conflicto de intereses constantemente, porque Rangel ya apareció en cinco de los seis partidos como local de los Xolos en este torneo.

Es decir, no es nuevo, pero al haberse tardado casi ocho minutos en la revisión de una jugada y convencer al central Fernando Hernández que sí había penalti, hace pensar mal a cualquiera, y aunque nadie puede asegurar una manipulación, sí es algo que no debe repetirse.

Episodio negro del arbitraje mexicano que debe ser olvidado inmediatamente por el América, equipo que —según el lugar común del periodismo deportivo— siempre es protegido por los árbitros, cuando la realidad es distinta. Hace 28 años que no juega una final de Copa y lleva 45 sin ser campeón. La última vez fue en 1974, cuando ganó al que siempre le ganan en finales: al Cruz Azul, con global de 3-2.

Pero es tan mediocre el futbol mexicano que, pese a casi cinco décadas sin título de Copa, sigue siendo el máximo ganador de este trofeo, con cinco, empatado con el Puebla y el León. Por eso es de suma importancia para el América ganarle al FC Juárez, para ser el más ganador de la historia en Liga y en Copa, no dejar dudas de que es el equipo más importante del futbol mexicano y que el odio que provoca entre sus detractores solamente los lleva a mentir y mentir en su contra.

Otro hecho que tiene a favor el equipo de Miguel Herreraes que juega contra el lugar 14, de 15 equipos que tiene el Ascenso MX, y aunque muchos analistas utilicen sus espacios para decir que Juárez es de lo más regular y competitivo de la División de Plata, la realidad es que ha vivido una temporada gris, lejos de su verdadero objetivo: subir a Primera División.

Lo positivo de Juárez es que le da alegrías a una ciudad muy golpeada por la violencia, porque la gente encuentra un espacio de esparcimiento sano, familiar y pasional. Cada vez está más posicionado este equipo entre los juarenses y su directiva, seria y solvente, lo llevará tarde o temprano a la Primera División.

Este no es el mismo equipo que desafiliaron en 2011 por deudas; hoy es distinto, hay empresarios e inversionistas reconocidos en la región y, si futbolísticamente no ha caminado en este torneo, nada tiene que ver con su desarrollo como equipo de futbol.

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