La gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez , se presentó a comparecer al Senado de la República. Tres horas duró su exposición. Enfundada en su vestimenta de color negro –como casi siempre se le ve–, la exsubsecretaria de Hacienda hizo frente a las preguntas de los legisladores. Los senadores de oposición no fueron tan incisivos como se esperaba, luego de la pifia cometida por el presidente Andrés Manuel López Obrador , quien a finales de marzo adelantó la decisión del banco central sobre la tasa de interés y echó a perder la participación de la gobernadora en la Convención Bancaria de Acapulco.

Como aquella vez, Victoria Rodríguez leyó casi todo, se sujetó al guion y respondió con algunos lugares comunes las preguntas de los reporteros, como lo hizo ayer también con legisladores. A pesar de su experiencia en la administración pública y su relación con el sector financiero, a la gobernadora de Banxico le siguen dando pánico los medios y los reflectores. No está mal: es su estilo, aunque se aleja del que han tenido los anteriores gobernadores del banco central, dejando que subgobernadores como Gerardo Esquivel y Jonathan Heath –ambos propuestos también por López Obrador– lleven la voz cantante a través de sus redes sociales y las entrevistas que dan.

Victoria Rodríguez no ha logrado sacudirse las críticas por su vinculación con el gobierno federal y por no tener experiencia –ni carrera en Banxico– en política monetaria. Ha optado por no salir a comunicar, ciñéndose únicamente a las decisiones sobre las tasas, la versión estenográfica de las reuniones y los comunicados oficiales. Ayer, durante la comparecencia, los legisladores que asistieron enfocaron su atención a sus teléfonos, quizá por los tecnicismos utilizados frecuentemente por la gobernadora. Mala señal para Victoria Rodríguez, pues esa falta de respeto, que podría pasar por anecdótica, en realidad exhibe que la gobernadora aún no es considerada independiente y no tiene el respaldo de una parte de las fuerzas políticas que la ratificaron en lugar de Arturo Herrera , tras el golpe de timón de último minuto que dio el Presidente con su nombramiento.

Entre los temas relevantes que se trataron, además de la moneda digital que lanzará Banxico y el entorno macroeconómico, uno resulta clave para la inversión privada, el funcionamiento de los mercados y la estabilidad económica: el control de precios que pretende AMLO para, supuesta y erróneamente, combatir la inflación.

Si bien la gobernadora dijo desconocer el plan del Presidente en cuanto al control de precios de productos, comentó que los ejercicios como el “Quién es quién en los precios” fomentan la competencia económica.

Victoria Rodríguez se limitó a decir que estarán “atentos si surge algo” y reiteró que publicar información sobre establecimientos donde se pueden adquirir productos a precios más bajos fomenta la competencia.

La gobernadora tuvo, de nueva cuenta, una oportunidad para desligarse del gobierno, explicando lo que todos los economistas saben: que el control de precios es inservible para contener la inflación, y que, al contrario, genera distorsiones, escasez y aumento de precios en el mediano y largo plazo. Una prueba fehaciente de que no funciona poner un tope a los precios ni crear una empresa estatal son el gas LP y Gas Bienestar. También el retorno a los precios de garantía con el fallido Segalmex, que se inundó de corrupción y saqueo.

Victoria Rodríguez va a pasar a la historia como la primera gobernadora de Banxico. Qué bueno que una mujer encabece la Junta de Gobierno del banco central. Qué mal que no sea capaz de desligarse de su antiguo jefe y de sus propuestas sin sentido.

@MarioMal
mario.maldonado.padilla@gmail.com

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