La televisión abierta mexicana (la TV) está sorprendiendo aquí y en el mundo. Y es que, a pesar de que en varios países las audiencias empiezan a migrar a otras plataformas (TV restringida y TV por internet), en el caso de nuestro país, la TV abierta ha crecido en audiencia.

El año pasado, el fenómeno de Exatlón que transmitió Azteca 1 y, este año, la excepcional producción de ¿Quién es la Máscara? que transmite Televisa por Las Estrellas, han sido programas que han revalorado la TV y han crecido 5% sus audiencias. Así, cada día, las producciones en la TV abierta juntan una audiencia de millones de personas.

Por ejemplo, este domingo pasado, el programa ¿Quién es la Máscara? obtuvo una audiencia de 9.2 millones de personas y Master Chef una de 4.2 millones. Con la programación ancla de los canales de Televisa y TV Azteca, más la programación de los canales 3, 5, 7, 9, ADN y Foro TV, la TV abierta (privada) reúne cada domingo por la noche, en el horario estelar, a más de 26 millones de personas. Es tan grande el abanico de gente que ve la TV abierta, que tan sólo la audiencia de Las Estrellas es mayor a la suma que generan, juntos, todos los canales de TV restringida en el país. Números envidiables para cualquier medio de comunicación.

En este contexto llegaremos, el próximo domingo, al primer ‘Grito’ del presidente Andrés Manuel López Obrador en donde, de manera inusual, se ha informado que todas las estaciones de TV abierta (privadas y públicas) se deberán de enlazar para una “cadena nacional” desde las 9:30 pm, momento en que iniciará un programa cívico-cultural, y a las 10:45 pm dará inicio al tradicional ‘Grito’ desde Palacio Nacional.

No es inusual que el gobierno ordene una “cadena nacional” obligatoria, con fundamento en la Ley de Telecomunicaciones, pero sí es atípico y arriesgado que se ordene una “cadena nacional” para un programa cívico-cultural, de 75 minutos, elaborado por el Sistema Público de Radiodifusión (SPR) del Estado Mexicano, cuyo titular es el periodista Jenaro Villamil.

Es atípico, pues no se ha hecho antes y hay dudas de que cumpla con el precepto legal que establece que las ‘cadenas’ sólo pueden darse cuando se trata de difundir “información de trascendencia para la Nación”.

Pero sobre todo es arriesgado, pues en lugar de dar al Presidente la mayor audiencia posible en su primera ceremonia del Grito (26 millones tan sólo en la TV privada), es probable que le entreguen una audiencia más reducida.

Y por lo general, los programas oficiales de TV en México y en el mundo no son del agrado de la gente. De hecho, de todas las producciones que se han hecho, en lo que va del sexenio, por parte de los medios públicos, la constante es poca audiencia. Lo más destacado que han realizado ha sido Noche de Boleros, en Canal 11, con un reach de 602 mil personas o en el Canal 22, Tiempo entre Costuras, con apenas un reach de 250 mil. El resto de la programación de los canales públicos genera menos que eso.

De hecho, recientemente el Canal 11 registró un reach de 636 mil personas, pero se debió a que transmitieron, el pasado 1 de septiembre, el Primer Informe de Gobierno y el presidente de la República es el mejor activo que, al día de hoy, tienen los medios públicos para generarse audiencia. Aunque estos números distan mucho de las audiencias que acumula la TV privada.

Si la constante es que el presidente de la República es quien más audiencia genera a los medios públicos, es un contrasentido que previo a uno de los eventos más importantes de su gobierno pongan una transmisión de medios públicos que le va a tirar el rating, cuando debería de ser justo al revés.

Además, el reto es aún mayor para los medios públicos la próxima noche del 15 de septiembre, pues la instrucción que han recibido es que todos se tendrán que enlazar a una programación única y uniforme desde las 4:00 pm. Así, los canales públicos tendrán una misma señal (oficial), la que tendrán que aguantar sus audiencias casi 7 horas (de 4:00 pm a 11:00 pm), mientras que los canales privados se unirán a la transmisión oficial de 9:30 pm a 11:00 pm.

Claramente en el primer ‘Grito’ del presidente López Obrador, la 4T quiere experimentar con las audiencias: ver si su programación gusta o no.

En el mundo casi ya no hay transmisiones oficiales, salvo en países con regímenes totalitarios como Cuba o Corea del Norte, pero en México algo así ya no es realista, pues las audiencias tienen otras opciones: 64% de la población tiene acceso a cientos de canales en la TV restringida y 25% tiene acceso a contenidos vía internet. En ambas plataformas, una “cadena nacional” es imposible de ordenar.

Así que, si el gobierno no cambia de opinión, será muy interesante ver este próximo domingo cómo les va con un experimento en manejo de audiencias masivas. La 4T puede ganar o perder millones de personas en cuestión de minutos, pero también se estará generando un precedente para los actos oficiales venideros.

Cambiando de tema: Interesantes propuestas, una de la SHCP y otra de la bancada de Morena, a cargo del senador Ricardo Monreal, para cobrar IVA a las plataformas digitales en México. Ambas son un importante paso para que exista un piso fiscal parejo en el sector audiovisual en México. Además, se podrán avanzar proyectos de gran valor social como el Internet para Todos o ampliar la conectividad en las universidades públicas. De hecho, México llega tarde al cobro de impuestos a las plataformas extranjeras. Son varios los países latinoamericanos que ya lo hacen. Inició en Colombia en 2018.

Twitter: @JTejado

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