Elizabeth Reinosa Aliaga es una poeta y narradora cubana que nació en 1988. Durante sus estudios superiores se formó en la Ingeniería de Ciencias de la Informáticas, sin embargo, su trayectoria como escritora tuerce su camino y la hace merecedora de múltiples distinciones y elogios alrededor de América. Su obra ha sido merecedora de las siguientes distinciones: Premio Nacional José Antonio Echeverría (2006), Décima al Filo en el IX concurso de Ala décima (2011), Premio Iberoamericano Décima al Filo (2015), Premio Calendario de Narrativa (2019), Premio Nacional de Poesía de Amor verdadero (Cuba 2016), entre una lista inagotable que la ha consagrado entre las mejores de su género.

Hablaremos de La Habana, el papel social de la poeta en Cuba, sus grandes inspiraciones, pero sobre todo, de cómo fue que se consolidó en la poesía y cómo la vida la hizo retornar después de muchos años a la literatura.

A: Querida Elizabeth, ¿cómo influye la literatura en tu vida?

E: La literatura ocupa una parte esencial en mi vida. Comienzo a pensar en ella desde pequeña con las lecturas que me proporcionaba mi papá, creo que esa fue la detonante para que yo luego pensara en convertirme en escritora. Estaba cursando la escuela primaria cuando mi papá me llevó en cierta ocasión un libro de José Martí. Recuerdo perfectamente una frase que me impactó y creo que de ahí se derivaría mi trabajo dentro del mundo literario. El amor madre a la patria no es el amor ridículo a la tierra, ni a la hierba que pisa nuestras plantas, es el odio invencible a quien lo oprime, es el rencor eterno a quien lo ataca. Creo que a partir de ahí se comenzó a generar en mí el deseo de expresarme a través de la literatura. De niña yo quería escribir novelas y conformé pasó el tiempo, el mundo me llevó por otro camino. De modo que estudié Ingeniería en Ciencias Informáticas, quizá me alejé un poco de este fin, pero muchos años después, ya graduada y después de haber ejercido la carrera, creo que el mundo me retornó al camino de la literatura, y aquí estoy.

"La poesía nos permite retornar a la belleza en su estado más puro”
"La poesía nos permite retornar a la belleza en su estado más puro”

A: ¿En cuánto a la poesía, qué poetas te han inspirado?

E: Creo que han sido varios y en diferentes etapas de mi vida. Uno va transitando por distintas etapas y creo que de eso depende el poeta que acompañe a uno en estas experiencias. Te puedo decir desde Alejandra Pizarnik, Sylvia Plath, José Martí, Dulce María Loynaz, Virgilio Piñera. Creo que más tarde se incorporan otros como T.S. Eliot… al final es un abanico bastante amplio, pero uno tiene siempre sus poetas de cabecera, en ese sentido creo que serían los que te mencioné.

A: ¿Cómo es la vida de la escritora en La Habana?

E: La vida de la escritora en La Habana no difiera mucho de la escritora de provincia en Cuba. Quizá desde el punto de vista de los medios, de cómo te visualizas, sí. Es un poco diferente porque hablamos de la capital y es más fácil en ese sentido de quizá proyectar su lectura. Pero desde el punto de vista de la escritura creo que, incluso, puede entorpecerla, porque estás más expuesta a esa interacción social que casi siempre viene a restar lo que sería el tiempo para dedicarte a escribir y es introspección que es tan esencial en el escritor.

A: En cuanto a tu poesía, Elizabeth, ¿qué es lo que deseas representar a través de ella?

E: He transitado por diferentes etapas. Hace algún tiempo cuando comencé con la publicación de mi primer cuaderno y el segundo, yo estaba en una etapa un poco más ontológica hablando de mis problemas existenciales más que de cualquier otra cosa. Luego creo que me he ido moviendo hacia una poesía mucho más sensorial enfocada más en el lenguaje y ahora estoy muy interesada en lo que hay en el fondo, más en el tema, apoyada por supuesto en la forma, pero mucho más interesada en la investigación alrededor de lo que voy a decir, qué es lo que necesito decir y cuál es la vía más efectiva para decirlo.

A: ¿Cuál crees que sea tu papel social como escritora en Cuba?

E: Creo que mi labor como poeta y los de mi generación, sería mostrar esa belleza que nos está faltando, por esta situación en el mundo que vivimos, entre tantos conflictos políticos, creo que es retornar a la belleza en su estado más puro para reconocernos también como seres humanos ante una realidad que también puede ser inspiradora para el resto de las personas. Impulsar a las demás personas a que lean y que se sientan identificados con la literatura y de esta manera ir descubriendo otros universos de interacción y comunicación.

A: ¿Cuáles son las obras que han inspirado tu carrera como escritora?

E: Te hablaba de los anteriores poetas. De modo que ellos serían mis poetas de cabecera de este género, pero también me han encantado y me han influenciado muchos narradores, tanto latinoamericanos como de otras latitudes. Te podría mencionar a Gabriel García Márquez, a Mario Vargas Llosa, a todos estos escritores del boom que definitivamente han motivado e impulsado mi escritura, sobre todo estos dos. Puedo mencionar también a Cortázar, ahora estoy en una etapa en la que la obra de Cortázar me es esencial en esta búsqueda del símbolo dentro de la narrativa, lo simbólico dentro de la construcción narrativa. Te podría mencionar, bueno, dentro de los escritores rusos no podría dejar de mencionar a Dostoievski, que también cambió mi vida el leer Crimen y castigo. Dentro de la novelística latinoamericana me gustan mucho dos casos, que creo que son bastante significativos: Clarice Lispector y Dulce María Loynaz. Son escritoras que me han marcado demasiado y son a sus lecturas a las que siempre retorno, sobre todo ahora en esta parte de mi vida que se dedica a la construcción narrativa.

A: Hay una pregunta que sacude a todos los escritores, Elizabeth, a tu consideración, ¿el escritor nace o se hace?

E: Yo creo que las dos cosas. Primero creo que debe haber una vocación para enfrentarte al trabajo literario y sentirte apasionado por las letras, y luego de este interés, de esta vocación, necesitas disciplina. La disciplina es una de las armas con la que cuenta un escritor y tiene que afilarla todos los días. Es sentarte y no esperar a que la musa [inspiración] llegue, sino invocarla y trabajar sobre ella. Por lo tanto, diría que las dos. Y luego mucho trabajo, trabajo, arduo trabajo para lograr que esa vocación se desarrolle.

"La poesía nos permite retornar a la belleza en su estado más puro”
"La poesía nos permite retornar a la belleza en su estado más puro”

A: A propósito de tu estancia en nuestro país, ¿a qué escritores de México lees?

E: Yo amo la poesía de Sor Juana, creo que es una de las más grandes sonetistas del continente. Hace un tiempo estuve releyendo un libro sobre el soneto hispanoamericano desde la época de Sor Juana y el mejor texto, el mejor soneto dentro de todos los que leí, era el de Sor Juana y me quedé pensando en cómo ella logró influenciar a todas las generaciones posteriores. No puedo dejar de lado a mi amado Juan Rulfo, me encanta la literatura de él y he releído muchísimas veces Pedro Páramo y siento que cada vez que leo este libro descubro nuevos laberintos, nuevos entramados.

A: Elizabeth, ¿hay algún rito antes de que escribas?

E: Sí, yo creo que sí. Antes de escribir suelo tener unos momentos de pánico en los minutos, las horas y los días previos. Primero elaboro el texto mentalmente y una vez que el texto está elaborado, digerido, es que lo escribo. Hay ocasiones en que me preguntan ¿cómo te enfrentas a la página en blanco? Yo realmente nunca me he enfrentado a la página en blanco, yo cuando me siento frente a mi laptop, frente al papel, en caso de que lo vaya a escribir así, ya tengo el poema elaborado en mi cabeza. Creo que la parte más sencilla sería escribirlo, porque el poema ya está dentro de mí y ahora solo necesita salir.

A: En cuanto a la narrativa, ¿cuál ha sido tu experiencia abordando el cuento?

E: No he escrito muchos cuentos, no lo he explotado lo suficiente. En la novela quizá, tengo un poquito más, he hecho más. Escribí una novela para niños publicada en el año 2017 en una editorial de Santa Clara, una provincia cubana. Terminé de escribir hace dos años una novela breve que va a salir publicada en la Feria del Libro de La Habana con la editorial Abril. Creo que estos son, quizá, dentro de mis intentos de la narrativa, los que he logrado exponer al público; sin embargo, lo que he escrito con el cuento no ha sido con la finalidad o la intención de publicarlo.

A: ¿Hay algún proyecto en proceso para este año?

E: La novela que sale ya en febrero en la feria de La Habana se llama Líneas de tiempo y tengo varios libros inéditos, quizá este año surja alguna puerta que me permita llevarlos al público lector, pero hasta ahora solo eso y el festival de poesía de La Habana celebrado en mayo, al cual espero que asistan muchos amigos mexicanos.

A: Elizabeth, ¿dónde podemos conseguir tus obras?

E: Fuera de cuba pueden conseguir mi libro Formas de contener el vacío es un cuaderno de décima que publicó una editorial española en el año 2016 y la pueden encontrar también en Amazon.

El sisal no sostiene la cabeza

Es la energía de los brazos quienes construyen

el círculo de muerte alrededor del cuello

antes el cuchillo entre los dientes

la caricia del metal jugando con la lengua

antes las manos desfibrando

las entrañas de la hoja

el brote como una leche tibia

al interior

deslinde que se teje con los dedos

el silencio y los dedos

la furia de un campo minado.

La longitud de una cuerda puede medirse

de la cabeza a la rama más alta del algodonero.

Todos desean amarrarse al árbol y permanecer conexos

hasta la muda.

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