Hace poco más de un mes, el pasado lunes 18 de marzo, AMLO anunció la apertura de la licitación internacional de la prometida refinería de Dos Bocas, en Tabasco. Ese mismo día, en el aniversario de la Expropiación Petrolera, su secretaria de Energía, Rocío Nahle, precisó que el proceso será por invitación restringida a cuatro empresas. “Las mejores del mundo”, dijo, para garantizar calidad y evitar corrupción.

Se trata del consorcio estadounidense e ítalo-argentino Bechtel-Technic, del australiano-estadounidense Worley Parsons-Jacobs, del también estadounidense KBR (antes Kellog Brown & Root) y del francés Technip. Pero la investigación de la trayectoria de esos consorcios revela que los cuatro han estado involucrados en el pago de millonarios sobornos para conseguir obra pública, con esquemas similares a los de la brasileña Odebrecht.

Servicios de inteligencia corporativa de varias empresas proveedoras de la industria petrolera mexicana, han sugerido a sus contratantes que todo apunta a que será Bechtel-Technic la que se quede con la gestión del proyecto de Dos Bocas y que las otras tres (Worley Parsons-Jacobs, KBR y Technip) “sólo entrarán de relleno”.

Sin aportar mayor evidencia para que el aserto se acepte como concluyente, el informe revela datos que resultan interesantes: 1. Que Brendan Bechtel, director de la empresa australiana, mantiene una comunicación muy estrecha con la secretaria Nahle; y 2. Que Paolo Rocca, directivo de la ítalo-argentina Techinc, “acostumbrado a que los presidentes lo reciban cuando lo solicita por su alto nivel de inversiones”, no quita el dedo del renglón de tomarse una fotografía con AMLO, cosa que no consiguió cuando estuvo en México en agosto del año pasado.

Sin menoscabo de que se le reconozca como una de las compañías de ingeniería, construcción y gestión global más respetadas, con 25 mil proyectos completados en 160 países de todo el mundo, Bechtel fue vinculada en 2017 a un caso de corrupción en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos. De acuerdo con el diario The Telegraph, la empresa australiana admitió ante tribunales británicos haber pagado sobornos, a través del Grupo Al Badie, para ganar la construcción de una refinería de 600 millones de dólares.

Bechtel firmó con Pemex Exploración Producción (PEP) un contrato por 150 millones de dólares, con vigencia del 7 de febrero de 1997 al 6 de febrero de 2000, para administrar y estructurar las obras del Proyecto Cantarell que, por un total de 12 mil millones de dólares, se lleva a cabo en la Sonda de Campeche.

Sin embargo, al final del gobierno de Ernesto Zedillo (con Rogelio Montemayor al frente de Pemex) se autorizaron modificaciones por 100 millones de dólares más. Hay un expediente abierto de la Secretaría de la Función Pública en el que se asienta que, para mayo de 1999, PEP le había pagado a Bechtel 230 millones de dólares por la supuesta terminación anticipada del contrato, aunque en realidad lo había incumplido.

Eso obligó a la celebración de un segundo contrato por 176 millones de dólares, con vigencia de junio de 1999 a diciembre de 2001, para encubrir las irregularidades. Sin embargo, Bechtel volvió a incumplir. El contrato se canceló sin los trabajos concluidos y el consorcio australiano se embolsó 404 millones de dólares, 170% más de lo acordado inicialmente, en claro y abierto perjuicio al patrimonio de la petrolera mexicana.

Pero sí esto es de suyo escandaloso, más lo es que los propios técnicos de Bachtel hayan comentado —según el informe de inteligencia de marras— que la refinería de Dos Bocas costará el doble de lo previsto, es decir, 16 mil millones de dólares, que no hay forma de que sea rentable, que no estará lista en este sexenio, que el terreno es el peor y que nadie quiere financiarla. Ya le contaré en la próxima entrega de los casos de sobornos de que se acusa a Technic (la socia de Bechtel) y de los otros tres consorcios invitados a la licitación restringida. Por lo pronto parece claro que un fantasma recorre el proyecto de la refinería de Dos Bocas: el fantasma de los sobornos y la corrupción.
Instantáneas:

1. CONCILIACIÓN. El coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, puso orden y sentó a dialogar a Luis Miguel Barbosa y Alejandro Armenta Mier, tras meses de disputa por la candidatura al gobierno de Puebla. Los oficios de mediación de Monreal salvan al partido de AMLO de una fractura y le quitan un peso de encima a la 4T. El corolario del encuentro fueron sendos mensajes vía Twitter que Barbosa y Armenta publicaron para reconocer el oficio político de Monreal.
2. CONDECORACIÓN. El almirante secretario de Marina, José Rafael Ojeda Durán, recibió el domingo de manos del presidente López Obrador, la Condecoración Especial por 50 años de servicio en la Armada de México. El reconocimiento le fue otorgado en la ceremonia del aniversario número 105 de la defensa del Puerto de Veracruz en la Heroica Escuela Naval de Antón Lizardo.

@RaulRodriguezC

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