Cada año se van a la basura toneladas de alimentos en buenas condiciones que no fueron consumidos en restaurantes, panaderías, cadenas hoteleras y demás establecimientos de alimentación. Toda esa comida podría alimentar a millones de personas en el mundo, no solo a quienes no tiene un hogar, sino a cualquiera de nosotros. Eso es posible y a buenos precios.

En 2016 en Dinamarca, alguien consciente de la oportunidad en toda esa comida destinada al basurero tuvo una idea con compromiso social. Creo la aplicación para celulares Too Good To Go (que se traduciría como “Demasiado bueno para tirarse”). Esta aplicación funciona ya en siete países europeos y tiene más de cinco millones de usuarios.

Funciona de forma similar a cualquier otra aplican de comida. Existe una lista de establecimientos registrados y ellos suben su oferta, que consiste en los alimentos del día que no fueron consumidos. Los suben a un precio más bajo que el de consumo en el lugar y así la persona interesada puede pedirlos a domicilio o ir por ellos. Esto ayuda a minimizar desperdicios para empresas, ahorro para consumidores y evita que algo en buen estado se convierta en basura.

Derivado de esta iniciativa, han surgido otras aplicaciones similares, como Eat you later, weSAVEeat o Nice to Eat You.

Sería excelente que de este lado del Atlántico los emprendedores se pusieran manos a la obra y replicaran el esquema, que seguro vendría bien a toda la gente que quiere sumarse: a los que no tienen ingresos tan elevados, pero quieren darse un gusto de pedir en restaurantes y a las personas de bajos recursos, pues están también involucradas (al menos con Too Good to Go) organizaciones no gubernamentales como acción contra el hambre, que también recibe donaciones a través de la aplicación.

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