Buen timing político tuvo el Presidente Andrés Manuel López Obrador, al convocar al evento en Tijuana el pasado sábado. Si bien de inicio era un evento de denuncia y en busca de solidaridad, acabó siendo un festejo al lograr posponer la entrada en vigor de aranceles de Estados Unidos contra México, festejo que durará hasta que vuelvan a revisar, en 45 días, el cumplimiento de los acuerdos firmados.

Al evento asistió mucha gente. La mayoría por convicción. Pero vale la pena hablar de las agendas de los invitados presidenciales que sí fueron, y de algunos que no lo hicieron, pues en varios de estos casos la convicción no se puede separar de los intereses.

*Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial: sorprendió con un discurso que pareció más de funcionario público o dirigente sindical que el de un empresario. También sorprendió su auto-elogio y lo que había hecho por ayudar al Presidente. En su agenda está ser gobernador de Nuevo León, elección que tendrá verificativo en 2021. Al parecer, buscará el apoyo de Morena, pero su discurso diluyó lo que deben hacer, y cómo deben hacerlo, las cámaras empresariales.

*Los gobernadores: estuvieron presentes 23 de los 32 gobernadores. Varios asistieron preocupados por el problema que la migración ilegal está generando en sus entidades (Chiapas, Tabasco y Baja California). Otros, por las afectaciones que los aranceles hubieran tenido en la generación de empleos en sus estados, mientras que los dos grandes ausentes fueron los gobernadores de Jalisco, Enrique Alfaro, y de Chihuahua, Javier Corral. Estos dos, una vez más, mandan el mensaje de que aspiran a ser los liderazgos opositores al régimen de Morena. Para serlo, tienen que poner en orden sus respectivas entidades, pero ambos son sagaces y con amplios dotes discursivos.

*Arturo Farela, presidente de la Confraternidad Nacional de Iglesias Evangélicas: esta iglesia es activa en materia política. Ha tenido varias reuniones con el Presidente y va avanzado en su intención de obtener concesiones de radiodifusión. Ha logrado hacerse de algunas cuantas, pero busca —como en Brasil o en EU— tener una presencia mediática televisiva nacional, ya que piensa que eso le dará más peso en lo religioso, político y mediático. De hecho, en las reuniones inter-iglesias, ya presume su cercanía al gobierno y se mofa de que la iglesia católica no pudo obtener concesiones de radiodifusión cuando “estuvo en su mejor momento”. Así que su discurso está estrechamente ligado a una aspiración que poco a poco viene concretando, a la par de que intenta dejar atrás los escándalos de otro grupo evangélico: La Luz del Mundo.

*Carlos Aguiar, Arzobispo Primado de México: el nuevo Cardenal no fue al evento en Tijuana. No queda claro que haya sido invitado. La actual administración federal parece no ser cercana a la actual jerarquía católica, pero el discreto Cardenal, que ha reorganizado con éxito y sigilo a toda la iglesia católica, sí emitió un mensaje en el que celebra que no se hayan impuesto los aranceles, aunque recuerda la enorme crisis que hay en México y Centroamérica en materia de Derechos Humanos. Así, si bien celebró el evento como uno de “unidad nacional”, fue reservado en su felicitación al Presidente. Más bien lo señaló como un logro del diálogo entre naciones. Desde luego, el trato preferencial que las demás iglesias observan hacia los evangélicos es un punto de tensión importante.

*Arturo Zaldívar, la Suprema Corte de Justicia de la Nación: varios dieron por hecho que una delegación de la Corte estaría presente en Tijuana. Incluso, minutos antes de que iniciara el evento, los organizadores (incluido el vocero presidencial y quien encabeza el Sistema de Radio y TV del Estado mexicano) decían que el Ministro Presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, sería orador. Al parecer ignoraban que, un día antes, por acuerdo de su Pleno, la Corte, si bien se había solidarizado con la población mexicana, por cuestiones de cuidado había declinado ir al evento, lo que plasmaron en un elegante comunicado. En la Corte decidieron cuidar la separación entre Poderes y, desde luego, preservar las formas ante el probable caso de que les lleguen litigios del gobierno lopezobradorista para imponer tarifas a productos estadounidenses. Así, la Corte cuidó forma y fondo.

*Marcelo Ebrard, el canciller: el artífice de haber diferido la entrada de los aranceles, lo que habría arrojado a México en un espiral de incertidumbre económica, fue el jefe negociador de México. Todos en nuestro país suponían que el presidente Trump, hasta por estrategia electoral, estaba determinado a imponer un arancel de 5%. Sin embargo, Ebrard fue paciente, negoció bien y en el evento de Tijuana —así como en sus entrevistas posteriores— transmitió credibilidad y lo mucho que estuvo en riesgo. Es quizá el mejor momento en su larga vida política. De su equipo, mención especial merece su vocero, Roberto Velasco, #LordCacahuates, quien tomó con filosofía las críticas en las redes sociales y ayudó a explicar siempre, de manera ecuánime, los logros del acuerdo firmado.

Me parece que la Cancillería —en buena medida por un eficiente servicio civil de carrera— dio pruebas de que opera eficientemente. Mucho más que otras dependencias. Y, desde luego, el que Marcelo Ebrard haya conocido hace un par de meses al principal asesor de Donald Trump, su yerno Jared Kushner, le dio ventaja para saber en qué estaban pensado en la Casa Blanca.

Faltan 45 días para que la amenaza regrese. La operación de lo acordado ya no le toca a Marcelo Ebrard, a menos de que haya cambios en el gabinete, lo que parece que será pronto una realidad para no volver a estar en una situación de tanta debilidad frente al gobierno estadounidense.

Twitter: @JTejado

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