Hay una empresa de transporte a la que en menos de un año, en diversas carreteras del país, le han robado en seis ocasiones camiones cargados con mercancías. Dicha empresa perdió, hace unas semanas, dos camiones el mismo día.

Los datos disponibles indican que también las carreteras se han vuelto tierra de nadie.

Según EL UNIVERSAL, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga, Canacar, informó que el año pasado las pérdidas por robo a transporte de mercancías fueron por más de 92 mil millones de pesos: 15% por más que el año anterior.

Los asaltantes van por medicamentos, telas, semillas, abarrotes, azúcar, artículos electrónicos, y no pocas veces se llevan también los camiones.

La Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV) informó que a raíz del combate al robo de combustible se disparó en las carreteras el robo de mercancías. En el 60 por ciento de los casos, los asaltantes tuvieron en la mira vehículos pesados. El delito creció 46% entre los tres primeros meses de 2016 y el mismo periodo de 2018.

2019 no pinta mejor. Durante el primer trimestre se reportaron 3,147 robos a transporte, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Solo en el mes de marzo las compañías transportistas denunciaron 1,049 casos: un promedio de 34 robos diarios.

Las carpetas de investigación incluyen robos a camión, tractocamión, remolques, camionetas de carga, dollies, pipas, e incluso grúas.

Cierta compañía seriamente golpeada por el crimen solicitó a una consultora (Domínguez Reséndiz, Consultores) la elaboración de un diagnóstico sobre el problema. El reporte que le fue entregado, y que la firma me comparte, indica la existencia de rutas extremadamente peligrosas en vías y carreteras de al menos 13 estados.

Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Nuevo León, Tamaulipas, Michoacán, Estado de México, Hidalgo, Querétaro, Guerrero, Puebla, Veracruz, Guanajuato.

De acuerdo con el reporte, la inseguridad en estas zonas está asociada con grupos del crimen organizado, pero también con gente de poblaciones cercanas, que encuentran en este delito una fuente de ingresos más o menos segura, y desde luego constante.

Entre enero y marzo de 2019 los mayores casos de robo a transporte, según el informe, se dieron en el Estado de México (383), Puebla (316), Michoacán (82) y Nuevo León (58).

El informe señala que en el primero de dichos estados las vías más peligrosas fueron: Avenida Gustavo Baz Prada-El Mirador-Puente de Vigas, el Entronque del Circuito Exterior Mexiquense-San Isidro-Cuautitlán Izcalli, la Avenida Paseos del Bosque en Cuautitlán, el Bulevar Manuel Ávila Camacho en el entronque con la carretería Lechería-Chamapa, “y el tramo Tepotzotlán-Palmillas, del km 51 al 53, y pasando la caseta de Jorobas a partir del km 58”.

El tramo más peligroso en Puebla, está en San Martín Texmelucan-Esperanza, entre los kilómetros 84 y 221.En Michoacán, la consultora ubicó tres tramos de alto riesgo: Pátzcuaro-Copándaro, las inmediaciones de Zirahuén, y el tramo Lázaro Cárdenas-Uruapan.

En Nuevo León fueron detectadas cuatro rutas de riesgo: el Libramiento Oriente Cadereyta, del km 29 al km 36; las cercanías de la caseta de cobro Guadalupe-Las Palmas; el Entronque con el tramo Cadereyta-Dr. González, y los últimos 40 kilómetros del camino a Reynosa, Tamaulipas.

En todos los casos se trata de unos cuántos kilómetros en los que los robos se repiten: el dibujo de una geografía perdida

“Están acabando con nuestro negocio y también con el negocio de nuestros clientes”, me escribe un empresario del transporte.

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