Pese a los antecedentes documentados de pago de sobornos para ganar la construcción de una planta de petroquímicos en los Emiratos Árabes Unidos y el incumplimiento de contratos con Pemex referidos aquí en la entrega pasada, el consorcio estadounidense Bechtel se ha convertido en el favorito de la Secretaría de Energía para obtener, en licitación restringida a cuatro empresas, la administración del proyecto de la nueva refinería de Dos Bocas.

Su asociada ítalo-argentina Techint (nombre correcto del grupo de acuerdo con una precisión hecha a esta columna por un amable lector), tampoco parece ser ajena a esas prácticas. Según el diario Perfil de Argentina, fue acusada de montar una red de sociedades off shore utilizadas para pagar sobornos. También se le relacionó con casos de corrupción de la brasileña Petrobras a la que, se asegura, habría pagado sobornos por 8.5 millones de dólares.

Una de sus subsidiarias, TEBRA, formó parte del consorcio Angramon que, junto con otras corporaciones, construyó en Brasil la Central Nuclear ANGRA 3. Ese consorcio está relacionado con el escándalo Lava Jato, una de las investigaciones por corrupción más grandes que llevó al cese de la expresidenta Dilma Rouseff y a prisión al expresidente Luis Inacio Lula Da Silva.

Grupo Bonatti, otra de las filiales de Techint, recibió en México por adjudicación directa el contrato para construir la fase 1 del polémico gasoducto Los Ramones, cuando Pemex desincorporó su participación en la fase 2 y el consorcio Odebrecht-Techint-Arendal entró al quite con ese proyecto de mil 500 millones de dólares.

Pero no solo la favorita Bechtel-Techint arrastra tales antecedentes. En irregularidades similares parecen estar involucradas los otros tres consorcios invitados a la licitación restringida internacional para administrar el proyecto de la nueva refinería mexicana:

La estadounidense KBR fue demandada por la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos por idear, entre 1995 y 2004, un plan para sobornar a funcionarios del gobierno de Nigeria para obtener contratos por más de seis mil millones de dólares. Su exdirector general, Albert Stanley fue condenado a 30 meses de prisión y a restituir 10.8 millones de dólares. KBR le ganó a Pemex en 2013 una demanda porque le rescindió un contrato a su subsidiaria Commisa. Un laudo arbitral determinó en 2015 que la petrolera mexicana le debía pagar más de 400 millones de dólares por el proceso.

La australiana-estadounidense Worley Parsons-Jacobs fue acusada en 2007 de obtener información confidencial con la que sobornaba a funcionarios del gobierno de Kazajstán para ganar contratos. En 2016, de acuerdo con el diario The Sideny Morning Herald se destapó una “gran estafa mundial de sobornos” en la que Worley Parsons fue una de las principales beneficiarias. Y en 2017, como proveedora de Petroecuador para la rehabilitación de la refinería de Esmeraldas, subcontrató a empresas del país sudamericano, cuyos ejecutivos están siendo investigados por corrupción.

Engineering Group, socia de Worley Parsons, tiene vínculos con su hoy consejero independiente, Juan José Suárez Coppel, director de Pemex en el segundo tramo del gobierno de Felipe Calderón y quien otorgó 10 contratos a Global Drilling Fluids, dirigida por su primo Alfredo Coppel Salcido.

Y la francesa Technip ha tenido una sólida presencia en México desde 1988, donde participó junto con Braskem (subsidiaria de Odebrecht) en la licitación de Etileno XXI, complejo procesador por el cual Pemex descuidó la producción de etileno en los complejos la Cangrejera y Morelos. A Technip, el departamento de Justicia de Nigeria también le abrió una averiguación por presuntos sobornos cometidos entre 1995 y 2014.

Instantánea: RÉPLICA. Rogelio Montemayor Seguy precisó a esta columna que su ingreso a la dirección de Pemex fue en enero de 2000, por lo que no tuvo participación alguna en la firma de los contratos que celebró Pemex Exploración y Producción con la empresa Bechtel en 1997, para administrar y estructurar las obras del proyecto Cantarell; que su responsabilidad fue hacerlo avanzar y que eso permitió al gobierno de Fox alcanzar una producción récord de hidrocarburos. Aclarado lo anterior se infiere que quien firmó esos contratos fue su antecesor Adrián Lajous Vargas.

2. ACLARACIÓN. Otro amable lector hace saber a este reportero que la licitación abierta para la refinería de Dos Bocas es para la administración del proyecto (management) y que otras compañías serán las que construyan las diferentes plantas.

@RaulRodriguezC

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